Los mochis son postres con una apariencia tierna, por sus suaves formas redondeadas y por sus colores pasteles. También resultan divertidos, pues son como una gomita grande que en su interior guarda todo tipo de rellenos.
Esta es una receta típica japonesa. Tradicionalmente, se la prepara con arroz glutinoso cocinado al vapor y molido a mazazos entre dos personas: la una golpea y la otra remueve la masa en una sincronización perfecta, para evitar accidentes. Uno de los rellenos más característicos es el de ‘anko’, una pasta de fréjol rojo cocinado en almíbar.
En los últimos 10 años, estos pastelitos de arroz llegaron a Europa y a América. Y en esta parte del mundo se les adaptó con sabores locales.
En Ecuador, algunos restaurantes y cafeterías asiáticas ofrecen este dulce, entre esos, Benchtime Coffee y EC Coffee Bakery. Además, también hay interpretaciones locales, como las de Mochis EC.
Benchtime Coffee es un establecimiento de la pareja de surcoreanos Jong Chang Kim y Mihyun Audrey Kim. Jong Chang estudió panadería y pastelería en Japón, así que conoce las recetas de ambos países.
En su establecimiento se ofrecen mochis de ‘anko’, chocolate y almendras, y tiramisú. También se preparan pastelitos de masa con ‘matcha’ (té verde) y rellenos de fréjol dulce o de frutilla, con una fruta entera adentro.
Estos postres, asegura, son preferidos por quienes buscan alternativas sin gluten -ya que no se usa harina de trigo- y sin lácteos, en el caso de los mochis tradicionales.
EC Coffee Bakery es una cafetería de Hou Huili, emprendedora china. Se venden otros postres asiáticos y café de una decena de países, entre esos, China y Ecuador.
Hay mochis de fresa, Oreo y melocotón; “los que más salen”, de acuerdo con Juan Carlos Villarroel, el pastelero de Coffee EC Bakery. Asimismo, se elaboran mochis de otros rellenos, como el de ‘matcha’.
“Quien ha visitado Asia, los conoce y viene directo a probarlos; los asiáticos los consumen bastante, y los ecuatorianos no los conocen, pero cuando les cuento, piden y quedan encantados”, dice Villarroel.
Mochis EC es un emprendimiento de las hermanas Valentina y Valerie Durán. Ambas estudian medicina y durante la pandemia empezaron a replicar un postre que probaron en Nueva York y con el que quedaron encantadas: mochis rellenos de helado.
Las estudiantes, primero vendieron estos postres a sus conocidos. Después, los incluyeron en el servicio de ‘catering’ de su madre. En pocos meses, el negocio creció. Ahora cuentan con una planta de la que salen a domicilio unos 350 mochis al día.
“Somos la primera heladería de mochis del país”, dice con orgullo Valentina. Las hermanas, de origen colombiano, ofrecen helados artesanales de sabores locales, como la naranjilla y, eventualmente, opciones asiáticas, como el ‘lichi’.