La diversidad de especies de roedores crece en Ecuador

Foto cortesía Diego Tirira: Pese a su similitudes en el país se distiguen 125 especies diferentes de ratones.
Los ratones son el segundo grupo de mamíferos más biodiverso del país. Tienen 125 variedades y hay otras todavía en estudio. La diversidad de ratones continúa aumentando.
Aunque a simple vista lucen similares, hasta el momento se han registrado 125 especies de roedores en Ecuador. El tamaño de su cola, la forma de sus orejas o la extensión de su cuerpo son algunas de las características que los científicos evalúan cuando encuentran uno nuevo.
En los últimos 20 años se ha potenciado el estudio de estos animales y se los ha encontrado en zonas que en el pasado eran inimaginables.
Esta cifra convierte a los ratones en el segundo grupo más biodiverso de mamíferos en Ecuador. Solo en los últimos cinco años, se han descrito alrededor de 20 variedades nuevas en zonas que en el pasado se creía improbable hallar.
Diego Tirira, investigador de la fundación Mamíferos y Conservación, prevé que, hasta finales de siglo, los roedores van a igualar o superar en número de especies a los murciélagos, que conforman el grupo más biodiverso de mamíferos presentes en el Ecuador.
El investigador recuerda que, hace más de 20 años, motivaba a sus alumnos a estudiar a los ratones, ya que “allí aún había mucho por descubrir”. En estas últimas décadas, las descripciones han aumentado rápidamente, pero todavía se desconocen varios aspectos sobre el estado de conservación de estas poblaciones.
Algunos obstáculos que enfrentan los investigadores que se especializan en estos animales es que muchas especies se esconden fácilmente, es difícil diferenciarlas a simple vista y, al no ser atractivos, es más complicado conseguir fondos.
La última especie descrita en el país fue Thomasomys pardignasi o el ratón andino de Pardiñas. Jorge Brito, investigador de mamíferos en el Instituto Nacional de Biodiversidad (Inabio), cuenta que para hallar a este animal fue necesario realizar una exploración aérea a bordo de una avioneta.
Después de identificar la zona, los investigadores acudieron al lugar en julio de 2017 para inspeccionar el camino y en septiembre de ese año llevaron a cabo la expedición que duró alrededor de 15 días.
Este viaje les permitió encontrar por primera vez a un ratón del género Thomasomys en las cordilleras del Cóndor y Kutucú. Hasta ese momento, se creía que solo habitaba en ambientes andinos. Las conclusiones fueron publicadas el 27 abril del 2021 en la revista Journal of Mammalogy.
“Están apareciendo donde menos sospechábamos”, dice Tirira. La zona de los Andes se ha destacado por su riqueza de ratones, pero los últimos hallazgos se han llevado a cabo en regiones como la Amazonía o las estribaciones noroccidentales. Esto demuestra que el estudio de estos mamíferos aún está en una etapa inicial.
Otro género que ha sorprendido por su ubicación es Rhagomys. Este roedor apareció en la Cordillera del Cóndor, pero por lo general solo está presente en el sur, a más de 2 000 km2 de donde fue hallado. Lo mismo ocurrió con un ratón del género Mindomys, de la zona de Mindo, que fue encontrado en la Amazonía.
Mientras se descubren nuevos ratones, hay otros que no se los ha vuelto a ver en los últimos 20 años. Los registros más recientes de la rata nativa del Chocó, por ejemplo, son de 1995. Por otro lado, la rata pescadora Ichthyomys hydrobates vivía en el río Machángara hasta la década de los años 20. Debido a la contaminación, desapareció del lugar.
El roedor acuático Anotomys leande era común en la zona del parque La Carolina hasta 1920 y fue visto por última vez hace dos décadas en Papallacta. Tirira explica que muchas especies aparecen, pero no se las vuelve a encontrar durante un largo período.
Se conoce que la destrucción del hábitat también los afecta. Pattonimus ecominga es una rata pequeña que vive en un espacio con varias presiones ambientales. A pesar de que fue descrita el año pasado, su situación ya es complicada.
Los roedores tienen una distribución restringida. Cualquier alteración en su espacio puede llevarlos a la extinción.