Los murciélagos conforman el grupo más biodiverso de mamíferos en Ecuador. Estos animales nocturnos se distribuyen por todo el país y Quito no es la excepción. Aunque no es sencillo observarlos, se calcula que hay alrededor de 40 especies en el Distrito Metropolitano.
Algunas personas los han visto volando sobre la Virgen del Panecillo, mientras que otros los han captado en zonas como Tumbaco, usando los bebederos destinados para las aves. Estos animales incluso pueden aparecer en los árboles de los jardines de la ciudad o alrededor de las luminarias en el Centro Histórico.
Jaime Guerra, profesor investigador de la Universidad San Francisco de Quito, se ha dedicado a estudiar a los murciélagos desde hace más de 20 años. En una charla en línea, dictada en abril, el investigador explicó que en 4 233 km² del DMQ se registraron alrededor de 35 especies. Aún hay murciélagos en proceso de descripción, por lo que podrían ser más de 40.
Se cree que estos se encuentran solo en los valles, pero están presentes en la zona urbana. El Histiotus montanus o murciélago orejudo andino es una de las especies que se puede encontrar en la ciudad. La mayor altitud a la que se lo ha registrado en Ecuador es 4 200 msnm, pero Guevara halló un espécimen muerto a 4 700 msnm, en Chimborazo.
Este mamífero es el que se puede observar en zonas como el Panecillo, alrededor de la Virgen, y que en la noche es confundido con aves. Su presencia en las áreas pobladas se relaciona con su dieta, que está basada en insectos.
También son muy comunes los murciélagos nectarívoros como el Anoura peruana. Este mamífero volador se caracteriza por su rostro alargado y su particular lengua, que le permite acceder a las flores tubulares.
Guerra explica que los nectarívoros realizan en las noches el mismo trabajo que los colibríes durante el día. Por eso se los puede encontrar en los jardines. Recientemente le enviaron un video donde se puede ver a uno de estos especímenes acercarse a un bebedero en la noche y huir rápidamente.
Alrededor de 500 especies de flores en el mundo dependen de los murciélagos para su polinización. Esta es una de las varias funcionalidades que tienen estos voladores nocturnos en los ecosistemas. Aunque su aspecto causa temor, son animales que aportan beneficios al ambiente.
El 70% de los murciélagos se alimenta de insectos, lo que los convierte en controladores de plagas. Según el Plan de acción para la conservación de los murciélagos del Ecuador, uno de estos animales es capaz de alimentarse de más de 1 000 mosquitos por hora.
Entre estos insectos están los vectores de enfermedades, como fiebre amarilla, dengue o chikungunya. Otros son frugívoros y una de sus principales funciones es la dispersión de semillas, que permite la regeneración de los bosques.
De las 1 400 especies del mundo, solo tres de las que habitan en Ecuador se alimentan de sangre. Guerra dice que no hay registros de estos en la ciudad, ya que generalmente se ubican en sitios donde hay ganado a campo abierto.
Existen murciélagos como el falso vampiro, que tampoco está en Quito, que son carnívoros y comen especies pequeñas, aves y anfibios.
Debido a la pandemia, las amenazas para estos animales han aumentado. El temor de las personas, relacionado con la falsa creencia de que pueden transmitir enfermedades directamente a los humanos, ha resurgido. Esto preocupa a los especialistas, ya que, en varias partes del mundo, las personas empezaron a atacarlos.
A esto se suman otras amenazas detalladas en el Plan de Acción para la conservación de los murciélagos del Ecuador. La pérdida de hábitat y la destrucción de sus refugios están afectando a sus poblaciones en el país.