Nicolai Vinueza, quiteño de 57 años, plomero y experto en instalaciones sanitarias tiene una pequeña oficina en Los Dos Puentes, en las calles O’leary y Punáes. Allí atiende a sus clientes para hacer diferentes obras que le solicitan.
Vinueza dice que “aprendí este oficio en la Universidad Popular, que es una filial de la Universidad Central del Ecuador. La carrera dura dos años, pero por la economía familiar no pude hacer los dos años sino uno”
El artesano también reconoce que aprendió este oficio con su mejor amigo, Jaime Chacho, un gran plomero que fue su maestro hace 17 años.
Vinueza está casado con Mariana Coba, ama de casa y tiene dos hijos Álex Danilo, de 22 años, y Soraya, de 19.
Álex acabo sus estudios de secundaria y esta próximo para seguir el curso de bombero, que es su gran ilusión. Soraya actualmente trabaja en una empresa de auditoría.
Vinueza es plomero desde hace 17 años, trabaja de forma directa con algunas constructoras como Duque Carbajal, Dávila constructores, entre otras.
Vinueza argumenta que “soy conocido por mi cumplimiento y mi responsabilidad, por eso mis clientes son fieles”.
Nicolai es muy emprendedor. Siempre camina con sus herramientas: alicate, llave inglesa, llave grifa y su metro, para medir las dimensiones de sus obras.
Los accesorios de plomería se utilizan en sistemas de tuberías y cañerías para conectar secciones de tubos y adaptarse a diferentes tamaños o formas para regular el flujo del líquido.
Según Vinueza, un hombre alto y robusto, este oficio es variable ya que hay meses que son buenos -donde se puede ganar hasta USD 700- y meses muy malos, en los cuales hay poco trabajo y no se gana más de 300.
Colocar una cisterna de agua y la construcción de tanques sépticos pueden costar USD 700; colocar un sanitario, cambiar un sifón o arreglar un deposito de baño, varían desde USD 20.
Nicolai dice que la plomería es un trabajo que nunca va a desaparecer porque nunca se acabaran las instalaciones sanitarias. “Las personas saben que es complejo y laborioso, la actividad relacionada con la instalación de redes de abastecimiento de agua potable y evacuación de aguas residuales, así como las instalaciones de calefacción en edificaciones y otras construcciones necesitan mucha técnica”
“La plomería es un trabajo complicado, en comparación de lo que la gente piensa, hay que ser fuerte para picar y colocar cisternas grandes, también hay que saber calcular para encajar exactamente los inodoros y que no exista algún error”.
Vinueza recuerda que hace dos años encargó la instalación de una ducha a un trabajador y este no colocó las llaves. Cuando este plomero revisó la obra volvió a picar todo porque los cálculos no estaban exactos y no empataban las llaves”.
El maestro Vinueza no tiene horario en su trabajo. Y aunque esté descansando si cualquier persona necesita sus servicios acude presurosos.
Su profesionalismo y puntualidad en entregar las obras le han ganado el aprecio de muchas personas, que siempre demandan su trabajo. Su celular es el 087335475.