Originario de los bosques secos de Ecuador, Perú y Bolivia, este cactus es común en zonas como Guayllabamba y su área de influencia.
El San Pedro es un cactus realmente curioso, pues dentro de la famosa lentitud de crecimiento de esta familia de vegetales es el que desarrolla de forma más ágil, llegando a crecer más de 20 centímetros en un año. También existe un amplio rango de temperaturas, adaptándose a climas húmedos y a diversas alturas.
El San Pedro agradece lluvias abundantes, así como un suelo rico en nutrientes, además sigue la línea estipulada para los cactus: se eleva rápidamente hacia el sol buscando luz y calor. Su cultivo es sencillo y se realiza por semillas o esquejes.