El Museo ‘Cola de merluza’ de Chiba, diseñado por el arquitecto Tomohiko Yamanashi, es la consumación de una arquitectura audaz y vanguardista pero, asimismo, funcional al 100%.
Este diseño da una sensación mucho más suave que la experiencia de ver una exposición, mientras que la planta superior en voladizo crea una ilusión de ingravidez, explica la página electrónica https:// wwww.archidose.com.
Otro punto interesante es que en la volumetría, vista desde arriba, las curvas de intersección del edificio parecen formar la figura de una lente, una metáfora perfecta para el propósito del museo de mostrar el arte que se ajusta a las normas de la luz y la perspectiva.
Mientras que la arquitectura es segura para atraer a su propia audiencia, el principal objetivo de cualquier museo de arte debe seguir siendo el arte.
El vanguardista edificio del museo está situado al lado del frondoso parque de Showa-no-Mori, el mayor parque de la ciudad de Chiba.
El diseño arquitectónico consiste en una galería sobre el suelo y dos por debajo, que llegan al nivel del suelo.
Las galerías son estilo corredor y comprenden 500 metros de superficie de exposición. La galería en voladizo que parece estar flotando en el espacio.
Aproximadamente 300 obras de alrededor de 40 artistas se exhiben en las instalaciones del Hoki, incluyendo 32 pinturas que forman la colección más grande de Japón de las obras de Sousuke Morimoto; y de otros de artistas como Hiroshi Noda y Nakayama Tadahiko.
Asimismo, hay una muestra de especiales características de las obras de 15 artistas que han producido obras de gran escala para ‘Mi mejor trabajo’, la serie que patrocina el museo.
Destacan los desnudos de Sousuke Morimoto, que combinan un porno de suave sensibilidad con algo mucho más valioso e indefinible; los interiores de Osamu Obi; muy realistas; y los paisajes de nieve y agua de Toshihiro Ohata.
Las instalaciones también ponen su sello en el museo: Una de las más celebradas es la del restaurante italiano Hanau, producido por Mamoru Kataoka.
Las galerías del museo se han diseñado específicamente para la visualización óptima y la apreciación de la pintura realista, con paredes en hormigón visto y sin revoque, que acentúa el realismo de las muestras.
La iluminación es de última tecnología y utiliza reflectores halógenos y diodos LED, los cuales se hallan incrustados en los techos y las paredes del recinto.
La distribución espacial es más clásica. Además de las galerías de exhibición incluye un área administrativa, la sala de admisión, el vestíbulo de entrada, un restaurante y una cafetería de corte futurista.
Como afirma su director, Masao Hoki, nacido en 1931: “Hasta ahora, han existido pocas oportunidades para ver las obras realistas en Japón. El Museo Hoki llena ese vacío. Mi esperanza es que los visitantes pueden apreciar las obras de arte lenta y delicadamente. Sin prisas”.