Los circuitos de fibra óptica son filamentos de vidrio (compuestos de cristales naturales) o plástico (cristales artificiales) del espesor de un cabello (entre 10 y 300 micrones).
Llevan mensajes en forma de haces de luz que realmente pasan a través de ellos de un extremo a otro, dondequiera que el filamento vaya, incluyendo curvas y esquinas sin interrupción.
Las fibras ópticas pueden ahora usarse como los alambres de cobre convencionales, tanto en pequeños ambientes autónomos, como en grandes redes geográficas (mantenidos por compañías telefónicas, incluyendo el paso subterráneo por los océanos y entre países).
Atalaya vende este tipo de materiales. También manuales para arreglar las fibras ópticas y medidores de pérdida de luz, que se llaman OTDR Y UFL, los cuales permiten saber el sitio exacto de una posible quiebra de la fibra.
David Velásquez, asesor de ventas de Atalaya, dice que “ha crecido el tendido de fibra óptica, porque con esta tecnología podemos ver desde videos en tiempo real hasta videos de alta calidad en multimedia”.
Atalaya es una empresa que tiene cuatro años en el mercado ecuatoriano, suministrando fibras ópticas, herrajes, espirales y ‘pachcorts’ (cables de red).
La fibra óptica permite enviar datos a más distancia; tiene mejor calidad porque no se degrada y las aplicaciones se dan exclusivamente por la velocidad de la luz en la transmisión.
Las fibras ópticas se hacen de arena o sílice. Con unos kilogramos de vidrio pueden fabricarse aproximadamente 43 kilómetros de fibra óptica.
Los dos elementos esenciales para las fibras ópticas y son el núcleo y el revestimiento. El núcleo es la parte interna de la fibra y es el que guía la luz.
Los costos de la Internet con fibra óptica son planes desde 1Mbps (mega bites por segundo) Internacional que se quintuplica a nivel local. 5Mbps tienen el valor de USD 29,99 +IVA; 16Mbps Internacionales quintuplica a nivel local a 60 Mbps, y tienen costos desde USD 140 +IVA.