Una piedra en las duras y callosas manos de José Luis Cuaical se transforma en una delicada pieza de arte y decoración.
Comenzó en esta tarea cuando tenía 12 años y, al principio, trabajaba solo con barro y cerámica, junto a su padre Guillermo, quien comercializaba las artesanías de Tulcán en otras provincias.
Con el tiempo, empezó a nacer en el artesano el gusto por tallar la piedra. Hasta que se decidió.
La materia prima la consigue en los ríos cercanos de Tulcán. “Nos vamos a Maldonado, a Minas, a Mira para conseguirlas. También tenemos ópalo andino, esmeralda colombiana, rocas volcánicas…”, cuenta Cuaical.
Montó su propio taller, en donde trabaja junto a su familia. Su esposa, Rosa Montenegro, le ayuda en las labores de la casa y en el taller. Tiene cuatro hijos que en sus tiempos libres también colaboran con su padre. Moldean todo tipo de piedra hasta el jade, que tiene más valor que el oro.
“Para las culturas precolombinas de Mesoamérica, el jade significaba vida, fertilidad y poder”, explica el artesano.
Los estudios le ayudaron a conocer datos de las culturas precolombinas; por eso algunos de sus diseños son réplicas de esas esculturas. Pero también tiene formatos propios. Los recorridos por varias provincias promocionando sus productos y la participación en las ferias y exposiciones de Quito también han sido un aporte para su formación profesional.
La maquinaria también forma parte de sus habilidades. Consiguió motores que fueron adaptados a sus necesidades. En el pequeño taller, ubicado en el barrio San Vicente, hay esmeriles, pulidoras y una cortadora.
Una de las características del taller es la presencia del jade ecuatoriano, como lo llama el artesano. “Esta piedra es conocida a escala mundial. La podemos encontrar en Tulcán; muchos piensan que es de Otavalo pero esta artesanía es orgullosamente carchense”, aclara Cuaical.
Una piedra pasa primero por la cortadora en donde se empieza a darle forma. Después va a la esmeriladora, para delinear los acabados y, luego de pasar por la pulidora, se convierte en un hermoso y brillante objeto que puede tener varias representaciones.
Están las tradicionales piedras para moler, adornos decorativos, figuras de animales como tortugas y elefantes, máscaras, dijes…
Los precios van desde USD 2 hasta USD 350. Depende del trabajo y del tamaño de la pieza.
Si requiere mayor información sobre el artista puede comunicarse a los teléfonos 06 298 6868 ó 09 790 1529.