El abc para colocar los cuadros
La decoración con cuadros proporciona al hogar un ambiente acogedor. Estos objetos constituyen un complemento muy útil.
Pero aunque colgarlos puede parecer una tarea simple, hay algunos factores que se deben tener en cuenta si se quiere sacar el máximo provecho y conseguir con ellos la armonía deseada.
Para lograr el equilibrio debemos cumplir ciertas reglas a la hora de elegir el o los cuadros que colgaremos, el lugar de su ubicación y la forma de la colocación, dice la diseñadora de interiores, Susana Hidalgo.
“En primer lugar debemos tener en cuenta que el motivo, la forma y el tamaño del cuadro, debe entonar con el espacio donde se colocará. Debemos procurar que el entorno o la decoración que rodea al cuadro sea coherente con el mismo”.
Si se va a colocar un único cuadro se tomará en cuenta, en primer lugar, la altura a la que debe de ser colocado. Como norma general esta será a la altura de la vista, añade la especialista.
En habitaciones amplias, se recomienda colgar un cuadro grande considerando la posibilidad de que no lleve marco. Si se lo pone sobre un mueble se debe procurar que el cuadro no sea más ancho que el mueble, buscando siempre la proporción.
En composiciones de varios cuadros la idea es procurar que sean del mismo estilo y que las técnicas empleadas sean las mismas. Cuanto menor sea su tamaño, menor será la distancia que se dejará entre ellos.
Las tendencias actuales imponen la agrupación de cuadros, formando figuras geométricas.
Se puede pintar, crear composiciones de acuerdo al tamaño y forma de las paredes. En ambientes reducidos y angostos, disposición vertical, en espacios grandes y bien iluminados, horizontal, en pasillos largos y estrechos, en hilera' se deben evitar los arreglos diagonales que dan impresión de desorden.
Mario Pinto, especialista en cuadros, dice que lo más importante es colocar los cuadros de forma adecuada. “Así se ahorran desagradables incidentes, como un desprendimiento no deseado o el antiestético efecto que producen los cuadros torcidos”.
Esta tarea, explica Pinto, necesita de ciertos factores como unas herramientas apropiadas o el peso de los lienzos para que el resultado sea perfecto.
Las herramientas más comunes para la tarea son: un flexómetro, un nivel; tacos Fisher, que varían dependiendo del tipo de pared; un taladro eléctrico, una aspiradora manual, cinta adhesiva y un martillo.
No es lo mismo colgar un cuadro pequeño que uno grande. Los modelos de pequeñas dimensiones llevan incorporadas unas estructuras propias, las cuales sirven para colocarlos.
En el caso de que no las posean, bastará con clavar en el marco superior unas hembrillas. A continuación se introduce en la pared el sistema del cuelga fácil, que evitará realizar agujeros. Por último, ponga el cuadro. Es muy importante que lo centre bien. Para ello, puede emplear un nivel de burbuja; si no, con moverlo de un lado a otro bastará. Una vez encuadrado, el roce con la pared le servirá para mantenerse recto, añade Pinto.
Existen lienzos o fotografías cuyo tamaño no requiere los métodos de las más pequeñas, pero tampoco de las de grandes medidas. En estos casos, lo aconsejable es poner un clavo en la pared del que se cuelga el cuadro. Se lo hace de la parte central para que guarde la horizontalidad.