El cóndor Quipo estaba marcado con una banda alar y un rastreador satelital. Foto: Cortesía Sebastián Kohn/Fundación Cóndor Andino Ecuador
Tras el rescate y la rehabilitación, la reintroducción al hábitat busca dar una segunda oportunidad a los animales que sufrieron ataques, envenamientos o lesiones. Muchas veces, a pesar de los esfuerzos, las secuelas que dejan actividades como la cacería no permiten que estos especímenes sobrevivan mucho tiempo en libertad.
El cóndor Iguiñaro se unió el viernes 11 de septiembre del 2020 a la lista de animales que, a pesar de recuperarse de un ataque, finalmente murieron al ser liberados. Esta ave fue impactada con un perdigón en abril de este año. Después se rehabilitó satisfactoriamente en el zoológico de Quito en Guayllabamba y en mayo fue liberada en la Reserva Chakana de la Fundación Jocotoco.
Cóndor muerto es Iguiñaro- Cortesía Hospital Veterinario Planeta y Vida
Seis meses después, su cadáver fue encontrado en el Parque Nacional Cotopaxi. Aunque todavía no se ha confirmado la causa de su muerte, la necropsia muestra que tuvo inanición y se estudia si el ataque inicial influyó en su desenlace. Este es el caso más reciente, pero no es el único.
El cóndor Felipe. Foto: Cortesía / Sebastián Kohn/Fundación Cóndor Andino Ecuador
Felipe sobrevivió a un golpe, pero murió por un disparo
El caso de Felipe es uno de los más conocidos en el país. Este fue el primer cóndor liberado y marcado con un rastreador satelital en Ecuador. Fabricio Narváez, coordinador de proyectos de la Fundación Cóndor Andino Ecuador, cuenta que esta ave fue encontrada en 2013 con un cuadro de deshidratación, desorientación y daños en sus fibras musculares.
Su tratamiento duró varias semanas, se logró revertir los signos de enfermedad y finalmente fue liberado. Siete meses después, Felipe recibió un disparo que lo mató. Narváez dice que su cuerpo fue encontrado en una zona históricamente considerada como conflictiva por la presencia de cacería. El marcaje de Felipe permitió conocer más sobre el comportamiento de estos animales y las áreas que habitan.
Cóndor captado con cámara trampa: Cortesía Hernán Vargas/ The Pregrine Fund y FCA
Quipo y Polito dejaron de emitir señales
Polito fue el segundo cóndor marcado en el país y Quipo el tercero. Ambos desaparecieron a finales del año 2016 y se cree que murieron por causas no naturales, aunque sus cuerpos no han sido encontrados.
Polito fue rescatado en el año 2014 con una fractura en el hueso del arco cigomático. Narváez recuerda que el ave llegó al Parque Cóndor, donde notaron que tenía una lesión y lo trataron hasta que superó el problema. Quipo, por otro lado, solo estaba cansado y desorientado. Las dos aves fueron marcadas con una banda alar y un rastreador satelital.
El especialista explica que ambos fueron monitoreados por cerca de tres años. Se encontraban saludables y ya se habían adaptado a la vida silvestre, por lo que se cree que su desaparición se relaciona con causas no naturales. Entre el 2016 y 2017 sus rastreadores dejaron de emitir señales y desde ese momento ya no ha habido reportes de estos individuos. Tampoco fueron registrados durante los cuatro censos que se han realizado en el país.
Oso Yumbo. Foto: Cortesía Santiago Molina
Yumbo desapareció en el noroccidente
Yumbo es el único oso de su especie en el país que ha vuelto al mismo hábitat de donde fue rescatado, pero ahora su paradero es desconocido. Este oso fue hallado en el año 2013 en el noroccidente de Quito. Su madre lo había abandonado y estaba condenado a morir, hasta que los investigadores lo encontraron y lo rehabilitaron.
Yumbo pasó dos años en cautiverio, preparándose para su liberación. En el 2015 fue repatriado con un collar satelital en una zona cercana a Yunguilla, pero desde el 2018 no existen registros del animal. El conflicto fauna-animal ha ido creciendo en el país y se ha convertido en la principal amenaza para esta especie.
Santiago Molina, investigador asociado del Laboratorio de Ecología y Conservación de Carnívoros de la Universidad San Francisco de Quito y secretario del Grupo de Trabajo del Oso Andino, explica que se debe diferenciar entre liberación y reintroducción. Las primeras hacen referencia a los animales que son monitoreados por algunos meses en su hábitat, mientras que los especímenes reintroducidos son observados por al menos dos años. Pocos osos en el país han realizado este último proceso y Yumbo fue uno de ellos. El investigador no pierde la esperanza de que aparezca nuevamente.
Jaguar D´yaira. Foto: Cortesía Ministerio del Ambiente y Agua Ecuador
D’yaira fue víctima de la cacería ilegal
La jaguar D´yaira fue rescatada en el año 2017, tras haber sufrido un ataque con 18 perdigones que la dejaron cuadrapléjica. Veterinarios y neurólogos de humanos lograron que el animal recuperara su movilidad y se rehabilitara en el Hospital de Fauna Silvestre Tueri de la Universidad San Francisco de Quito. D´yaira fue liberada en el año 2018.
El cuerpo de la jaguar fue encontrado siete días después de haber recuperado su libertad. Según el informe entregado a las autoridades, D’yaira murió por una intoxicación aguda por plomo, relacionada a los perdigones que se quedaron incrustados en su cuerpo. Estos no habían causado daños al animal hasta ese momento. Los huesos de D’yaira ahora reposan en el Museo de Zoología de la Universidad San Francisco de Quito.