Quienes tienen mascotas saben lo difícil que es verlos padecer de alguna lesión o enfermedad. Para esto, actualmente el cannabidiol (CBD) es una de las propuestas que gana terreno debido a sus efectos positivos en perros y gatos.
El CBD es un compuesto natural que se encuentra en la flor del cannabis y tiene propiedades terapéuticas. En el caso de mascotas, sus usos se han potenciado principalmente mediante el consumo de aceites con concentraciones específicas de esta molécula.
Eduardo Monge, experto en el tema, señala que es importante consumir aceites que tengan garantía de análisis de laboratorio. Muchos contienen altos grados de THC, lo cual puede ser perjudicial.
Los tratamientos con CBD pueden desarrollarse como reemplazo de analgésicos o desinflamatorios, con el objetivo de evitar efectos secundarios que afecten otros órganos o sistemas de los animales.
La terapeuta Hampik Barrera asegura que los resultados que ha obtenido con CBD en mascotas han sido bastante notorios. Durante los últimos seis años perteneció a un colectivo que proveía de este componente a asociaciones dedicadas al rescate y esterilización de animales de compañía.
Barrera comenta que los perros con epilepsia fueron los más beneficiados con este tratamiento, reduciendo la frecuencia de los ataques o convulsiones en el día. Varios animales desarrollaron estas enfermedades como consecuencia de atropellamientos.
El aceite de CBD no contiene principios psicoactivos como se cree. Foto: Pixabay.
La especialista aclara que “el aceite de CBD no contiene principios psicoactivos como en el caso de otros extractos, por lo que los perritos no tendrán un efecto de sedados o adormecidos como se piensa y podrán controlar normalmente sus esfínteres”.
En cuanto a las dosis diarias, Monge indica que los animales vertebrados cuentan con un sistema endocanabinoide más primitivo que el de los humanos, por lo cual procesan más rápido y necesitan menos cantidad para que haga efecto. En animales se utilizan los aceites de concentración baja de 500 miligramos, mientras que en personas se triplica.
Los expertos recomiendan un miligramo de CBD exclusivamente por cada kilo de peso corporal de la mascota. La forma de administrar puede ser vía oral o tópica. En el caso de la primera, es preferible colocar de manera sublingual; si es que existe dificultad, poner solo en los labios o administrar la dosis en una croqueta.
Algunos expertos no están de acuerdo en aplicar vía tópica ya que su sistema canabinoide no contiene muchos receptores en la piel.
Monge, también dueño de un schnauzer de 13 años que estaba enfermo, menciona que usó el aceite de CBD por cinco años en su mascota, gracias a lo cual mejoró su calidad de vida. “Tuvo una recuperación increíble, aumentó su apetito, alivió su estrés y vivió hasta los 18 años”, añade.
El CBD ayuda a reducir la frecuencia de convulsiones por epilepsia y disminuye el dolor de huesos en pacientes con rumatismo o dolores por cáncer avanzado. Foto: Pixabay.
El American Kennel Club, una de las asociaciones estadounidenses más prestigiosas de perros con pedigrí, especifica que, a pesar de la falta de literatura científica, varios criadores han apostado por el CBD en sus mascotas, principalmente para controlar las náuseas, estimular el apetito y reducir los efectos de tratamientos de quimioterapia.
El estudio del comportamiento agresivo de perros hacia humanos ha sido uno de los puntos de interés reciente en la investigación en torno al CBD.
A inicios de este año, un estudio publicado en la revista Nature demostró que el uso de CBD en perros de refugios ayudaba a bajar los niveles de estrés entre los animales cuando estaban con humanos. Los científicos determinaron que eso ayudará a un mejor control de estas poblaciones.
Igualmente, otro estudio desarrollado en Europa y publicado en la revista PlosOne determinó que el uso de CBD junto con los tratamientos médicos veterinarios ayudaba a los felinos a que su salud no se deteriore con mucha velocidad. En este caso, se analizó a pacientes que atravesaban enfermedades degenerativas autoinmunes.