El caricaturista Caco Galhardo se encuentra en Quito como parte del Segundo Encuentro Internacional de Caricaturistas Humor y Tolerancia. Foto: Armando Prado/ EL COMERCIO
Caco Galhardo es caricaturista del diario Folha de SãoPaulo, uno de los medios impresos más importantes de Latinoamérica. Galhardo está en Quito como parte del grupo de caricaturistas invitados al encuentro Humor y tolerancia en la Mitad del Mundo 2015 que concluirá mañana 19 de septiembre.
Sentado en el asiento trasero del automóvil de Sonia Oliveira, directora de comunicación y cultura de la embajada de Brasil, este hombre de cuerpo delgado cuyo rostro se asemeja mucho al del director estadounidense Steven Spielberg conversó con EL COMERCIO sobre la situación de los caricaturistas en su país y sobre su proceso de creación.
¿Cuál es la situación de la los caricaturistas en Brasil, hay censura?
No. En Brasil el problema político es la corrupción. El país está quebrado económicamente. El tema de la censura es delicado para los brasileños por nuestra historia con las dictaduras. En Brasil incluso los caricaturistas políticos pueden decir lo que piensan, claro la mayoría no son tan agresivos porque están del lado del gobierno.
Entonces, ¿cuáles son los problemas que tienen los caricaturistas en Brasil?
Hay un caricaturista muy famoso en Brasil que dijo que este es el país del ‘chiste pronto’ porque todo es tan surreal y absurdo. Para un caricaturista de Brasil este es un trabajo muy fácil porque todos los políticos ayudan con las tonterías que hacen.
¿Cuáles son sus intereses como caricaturistas?
En el 2004 decidí que ya no iba a pensar más en los políticos porque estaba muy desilusionado por los casos de corrupción y porque me di cuenta que la política ocupa todos los espacios de la vida. Desde entonces, en el Folha de São Paulo empecé a publicar una tira cómica que se llama Daiquiri que cuenta sobre la vida cultura de la ciudad.
¿De este interés por la cultura y los personajes de su ciudad nació el personaje de Lili, la ex?
SÍ. Lili, la ex es una mujer que vive obsesionada por su exmarido. Nació de las conversaciones que mi exmujer tenía con sus amigas en una época en que todas se habían separado. La historia ha sido adaptada a la televisión.
¿Qué es lo más importante para usted dentro de este oficio?
Lo más importante para mí es la observación cotidiana. Mis personajes son gente neurótica y un poco loca que vive en grandes ciudades como São Paulo. Para un caricaturista es importante el discurso, eso es lo que le diferencia de un dibujante al que solo le interesa la técnica y el diseño. Todo caricaturista crea su propio mundo y sus personajes a través de un discurso.