Uno de los moradores de El Inga Bajo cuenta cómo se vive frente al lugar donde va a parar toda la basura que se produce en Quito.
En el relleno sanitario de El Inga se puso en marcha un plan de acción para aumentar la capacidad de almacenamiento y evitar daño ambiental por el desborde de lixiviados, así lo informó La Empresa Pública Metropolitana de Gestión Integral de Residuos Sólidos (Emgirs).
Infracción ambiental. Por esta causa, el Ministerio del Ambiente definió una sanción por USD 127 500 a la Emgirs que opera el relleno sanitario El Inga.
Mediante un comunicado el Ministerio de Ambiente, Agua y Transición Ecológica (Maate) informó el viernes 28 de enero del 2022 qué sancionó con una multa de USD127 500 a la Empresa Municipal de Gestión Integral de Residuos Sólidos (Emgirs-EP).
Los dirigentes de las comunidades de El Inga, El Belén, Itulcachi y Santa Ana se reunieron con el alcalde Santiago Guarderas y los directores de otras entidades municipales para encontrar una salida a las protestas por el relleno sanitario.
Las autoridades anunciaron el cierre técnico del relleno sanitario de El Inga, en Quito, la noche del martes 25 de enero del 2022.
La planta de gas ubicada en el relleno recibió certificados que pueden ser vendidos a empresas que no pueden reducir su huella de carbono.
El Ministerio del Ambiente anunció irregularidades en el manejo del relleno. La Emgirs desmiente fugas.
El Concejo Metropolitano de Quito cuestiona la construcción del cubeto 10, que estuvo a cargo de la Epmmop. Se pidió una auditoría a Contraloría.
El tratamiento de la basura que se genera en Quito está garantizado, mientras se termina de construir el cubeto 10 en el relleno sanitario de El Inga, por lo que la ciudad no tiene por qué preocuparse. Así lo aseguró María Gabriela Dávila, gerente de la Empresa Metropolitana de Gestión Integral de Residuos Sólidos (Emgirs).
El Concejo Metropolitano de Quito aprobó una resolución en la que exhorta al alcalde de Quito, Jorge Yunda, a solicitar un informe sobre el cumplimiento de los convenios entre el Municipio y las comunidades afectadas por el relleno sanitario de El Inga.
Un grupo de vecinos del relleno sanitario San Alfonso, en donde se deposita la basura que se genera en Ibarra, provincia de Imbabura, ubicada al norte de Ecuador, exigen el cierre del lugar.
La mañana de este miércoles 26 de agosto de 2020 se suscribió un convenio para la construcción del cubeto número 10 en el relleno sanitario de El Inga, ubicado entre las localidades de Pifo y Sangolquí, en el oriente de Quito. Con esta obra se busca receptar una mayor cantidad de residuos sólidos de forma sostenible y amigable con el medio ambiente.
Los dirigentes de los barrios colindantes al relleno sanitario de El Inga, ubicado entre Pifo y Sangolquí, protagonizaron una protesta la mañana de este jueves 6 de agosto del 2020.
Unos USD 549 000 le costará a la capital dar tratamiento al exceso de lixiviado que se almacena en el relleno sanitario de El Inga. El 3 de julio de 2020 se adjudicó el contrato por ese servicio, luego de que fuera declarado en emergencia.
El Concejo Metropolitano de Quito conoció el informe de la Empresa Metropolitana de Gestión Integral de Residuos Sólidos (Emgirs) sobre la situación del relleno sanitario de El Inga. Dos problemas afectan al sitio, ubicado entre Pifo y Sangolquí: la falta de tratamiento de lixiviados (líquido producto de la descomposición de la basura) y el inminente cierre del último cubeto donde se deposita la basura que genera la ciudad porque está a punto de cumplir su vida útil.
Manténgase informado con el podcast: Entérese con EL COMERCIO. A continuación, los temas de este viernes, 5 de junio del 2020.
El Concejo Cantonal de Guayaquil aprobó en primer debate este jueves 12 de diciembre del 2019 los proyectos de ordenanzas de Avalúos de Predios para los años 2020 y 2021, que congela los valores para los siguientes dos años.
Habitantes de El Inga están preocupados por la permanencia del relleno sanitario el oriente de Quito. Cuatro comunidades que viven cerca del relleno no desean que este centro se mantenga en la zona.
Se cansaron. El olor penetrante que hace arder las fosas nasales y se pega en el cabello, las moscas que se posan en los alimentos y pican a los niños, los perros callejeros que llegan en busca de comida y las ratas hicieron que los habitantes de las cuatro comunidades que viven cerca al relleno sanitario de El Inga no deseen que este centro prolongue su estancia en la zona. Ya lleva allí más de 16 años y la gente no lo tolera más.