En el relleno sanitario de El Inga se puso en marcha un plan de acción para aumentar la capacidad de almacenamiento y evitar daño ambiental por el desborde de lixiviados, así lo informó La Empresa Pública Metropolitana de Gestión Integral de Residuos Sólidos (Emgirs).
Maricruz Hernández, gerente de Emgirs, informó que el cubeto 10 del relleno de El Inga recibió cerca de 2 200 toneladas de basura que produjo a diario la capital, desde abril hasta diciembre de 2021, y que ya cumplió con su vida útil.
Por tal situación se tiene previsto construir cinco piscinas donde se colocará los desechos que genera a diario la capital.
En tanto, explicó que al momento disponen de la basura en zonas aprovechables del relleno, previstas en un estudio realizado en 2017. “Son zonas entre cubetos y estamos lanzando un nuevo estudio que pretende determinar la estabilidad de los taludes para verificar nuevas zonas aprovechables”, señaló Hernández.
Además, informó que ya está en el portal de compras públicas el proceso para una consultoría que diseñe el cubeto 11, lo que le dará a Quito un nuevo sitio para disposición de desechos sólidos hasta 2024. En tanto, se ejecutan otras acciones técnicas para utilizar un terreno aledaño como relleno, que servirá durante otros 6 meses.
Manejo actual de los lixiviados
Con respecto al manejo de los lixiviados explicó que en octubre del 2021 se contrató a la empresa Green Globe por USD 4 millones para tratar los líquidos contaminantes en un lapso de 820 días. Sin embargo, la empresa presentó problemas en su producción, sus filtros se taponaron y se detuvo su operación.
La empresa presentó un plan de contingencia para sacar el lixiviado a un gestor ambiental autorizado por la autoridad ambiental nacional y se contrató a la empresa PECS, en la Joya de los Sachas, provincia de Orellana para que traslade y trate estos lixiviados. Pero se suspendió el envío de tanqueros con estos residuos ante el reclamo de los habitantes de la ciudad.
Ante esta situación, Emgirs analiza la posibilidad de enviar a otro gestor externo o contratar a una nueva empresa que pueda manejar los lixiviados dentro del mismo relleno.
Los malos olores continúan
María Alquinga y su familia a lo largo de los últimos 18 años se han acostumbrado a tener al relleno sanitario como vecino. Sin embargo, en los últimos días, los olores son cada vez más fuertes y causa malestar entre los moradores de los sectores de Santa Ana, El Inga Bajo y San Juanito.
Para Gabriel Cataña, la presencia de los olores provenientes de las piscinas es un problema. Cuenta que, hasta su casa, ubicada en el barrio Santa Ana, llega con el viento un olor fétido.
Leonel Ramírez, presidente de El Inga Bajo, informó que la situación del relleno sanitario es crítica y las autoridades no pueden dar una solución, debido a la inestabilidad que existe en las gerencias de Emgirs.
“Se cambia a cada rato las gerencias y eso representa un retroceso en las acciones que realizan para dar solución a la emergencia del relleno y los únicos afectados somos nosotros” expresó.
Actualmente, en la comunidad de El Inga viven 800 personas que son afectadas directamente por el relleno sanitario, al igual que los moradores de la comunidad de El Belén, Itulcachi, Santa Ana y San Juanito.
En este sentido, la Gerente de Emgirs explicó que en la empresa se manejan protocolos para colocar sustancias químicas que permiten controlar los malos olores y esto se lo realiza permanente. En estos químicos y tratamiento del relleno se invierte USD 800 mil anuales.