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Ministerio del Ambiente advierte irregularidades en El Inga; relleno sanitario de Quito

El relleno sanitario de El Inga cuenta con 11 piscinas donde se trata los lixiviados. Foto: Vicente Costales / EL COMERCIO

Las quejas por los olores -cada vez más insoportables- aumentaron en los últimos meses, por parte de los moradores de las cuatro comunidades cercanas al relleno sanitario de El Inga, en el oriente de la ciudad.

Para los habitantes de Santa Ana, El Belén, El Inga Bajo e Itulcachi, todo empeoró cuando el hedor se incrementó en las noches y madrugadas. Por ello, muchos moradores captaron en fotografías y videos lo que sospechaban: una posible fuga de desechos líquidos proveniente del relleno.

Jorge Pineida, dirigente de la comunidad de Itulcachi, guardó en su teléfono las imágenes que prueban su denuncia. En ellas se observan manchas negras a las orillas de un río y caídas de agua obscura en una quebrada. Él asegura que de allí y de un mal manejo del relleno proviene el mal olor que ya no les permite ni comer.

Estas circunstancias motivaron a que él y otros dirigentes presentaran una nueva denuncia, que ya llegó hasta las autoridades estatales. Fue así que el pasado 7 de julio se realizó una primera inspección en ese sector, en la que participó el Ministerio del Ambiente, Agua y Transición Ecológica (MAE).

La visita se hizo con personal de la Empresa Metropolitana de Gestión Integral de Residuos Sólidos (Emgirs), y delegados de las comunidades.

En el mismo mes (julio) se hicieron dos inspecciones más, en las que también participó el MAE; una en la mañana y otra en la noche, debido a que, según los moradores, el sistema de tratamiento de los lixiviados (líquido que sale de los desechos en descomposición) no funciona las 24 horas.

La Cartera de Ambiente aún no ha publicado los detalles del informe y los hallazgos de esa última visita (29 de julio) y de las inspecciones anteriores. Pero el pasado lunes, el ministro, Gustavo Manrique, informó sobre un posible incumplimiento de normas en el manejo de los lixiviados.

A través de una entrevista a un medio de comunicación, el Ministro indicó que se aplicarán sanciones y se abrirán procesos administrativos.

Este Diario pidió los hallazgos de esas inspecciones el 3 de agosto último, pero el MAE solo confirmó que se levantaron informes sin dar a conocer su contenido. Por ello, se pidió un detalle de las afirmaciones del Ministro, y se informó que los resultados ya fueron notificados a la entidad competente.

Lo que sí indicó esta Cartera es que se aplicará una sanción, según lo establecido en el Código Orgánico de Ambiente (artículos 317, 318 y 320). Allí se contemplan desde multas económicas hasta pedidos de reparación integral.

Fernanda Solís, directora del Área de Salud de la Universidad Andina Simón Bolívar, también alerta un posible mal manejo en el relleno y agrega que usualmente el MAE impone sanciones económicas en estos casos y pide plazos para la aplicación de correctivos.

Carlos Velasco, gerente de operaciones de la Emgirs, insistió en que, en esas visitas, no se pudo constatar una fuga de alguna de las 11 piscinas de lixiviados que tiene el relleno .

Afirmó que, para un correcto funcionamiento de todo este sistema, cuentan con un tren de tratamiento que está en funcionamiento y maneja cerca de 440 metros cúbicos al día.

Los chequeos de su capacidad también se hacen de forma manual para verificar que en cada piscina no se sobrepase el 85% de su capacidad. Y eso, dijo Velasco, no ha pasado.

La directora de la Emgirs, María Gabriela Dávila, acotó en el correcto funcionamiento del tren de tratamiento, en una rueda de prensa dada ayer. “Esta administración no ha realizado descargas de lixiviado tratado al río Inga”, aseguró.

Pineida y otros dirigentes hicieron una visita por cuenta propia a las quebradas aledañas al Relleno y encontraron agua con espuma que se filtró por sus zapatos y les causaron sarpullidos. “Los olores son nauseabundos”, dijo Daniel Alquinga, dirigente de Santa Ana, a 200 metros del relleno.

Esta molestia llegó hasta la Defensoría del Pueblo, desde donde se informó una visita al lugar durante esta mañana, con el fin de comprobar los reclamos de los vecinos.

El concejal, Omar Cevallos, también participó en una de esas inspecciones por las constantes denuncias de los moradores y afirmó que en ese momento los funcionarios del MAE ya mencionaron posibles incumplimientos a las normas de manejo del Relleno.

De acuerdo con Ambiente, esta sería la tercera ocasión que esta entidad observa irregularidades en el relleno sanitario. Un primer incumplimiento ya se emprendió en octubre del 2016, que fue apelado en el 2017. Allí ya se aplicó una multa y se pidió correctivos. Y otro proceso se inició en mayo del 2020, y según Ambiente, aún sigue vigente.