El consejero de minoría, Carlos Figueroa, calificó de ilegal la decisión adoptada por la mayoría del Consejo de Participación Ciudadana (Cpccs).
Una Acción de Protección busca paralizar las operaciones en el Puerto de Aguas Profundas de Posorja (Guayas) que arrancó sus actividades el 1 de agosto del 2019.
Rodeado de familiares y amigos el médico Carlos Figueroa recuperó la libertad la mañana de hoy, sábado 17 de enero del 2015. Él, junto con Fernando Villavicencio y Klever Jiménez fueron acusados por injuriar al presidente Rafael Correa por los hechos ocurridos el 30 de septiembre del 2010.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos ratificó las medidas cautelares a favor del dirigente gremial Carlos Figueroa, quien cumple una pena de seis meses por injurias contra el presidente Rafael Correa.
La defensa de Carlos Figueroa, sentenciado a seis meses de prisión por injurias al presidente Rafael Correa, presentó la mañana de hoy, 25 de julio del 2014, un pedido de revocatoria a la providencia que les negó la acción de habeas corpus.
El médico y activista Carlos Figueroa tuvo dos episodios conflictivos con el presidente Rafael Correa. El primero fue a partir del 2011, cuando él, el exasambleísta Cléver Jiménez y su asesor Fernando Villavicencio denunciaron a la Fiscalía que el Presidente supuestamente cometió un “crimen de lesa humanidad”, durante la rebelión policial del 30 de septiembre del 2010.
Milton Castillo, abogado defensor del médico sentenciado Carlos Figueroa, dijo que espera las rectificaciones y el respeto al Derecho, tras haber presentado el recurso de habeas corpus en busca de su libertad.
El conflicto del Estado ecuatoriano con la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) se retoma una vez que la Policía detuvo el martes a Carlos Figueroa, a quien la Comisión otorgó medidas cautelares en marzo pasado.
El exasambleísta Cléber Jiménez habría enviado una carta al papa Francisco para solicitarle que interceda ante el presidente Rafael Correa a que "garantice la vida de Carlos Figueroa", según señala la misiva.
En menos de un día, el proceso por injurias al presidente Rafael Correa tuvo dos hechos importantes. En la mañana, la defensa de los tres sentenciados interpuso una acción de incumplimiento, como una forma para que la Corte Nacional dé de baja la orden de prisión en su contra y acate las medidas cautelares que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) les otorgó.
El exdirigente médico Carlos Figueroa, sentenciado por injurias junto con el exasambleísta Cléver Jiménez y su asesor Fernando Villavicencio, fue apresado la mañana de hoy en un operativo en Quito.
En Sarayaku no hay policías ni militares. En esa comunidad indígena, que se extiende por 135 000 hectáreas de Pastaza, dicen que no hay necesidad de que alguien vigile su seguridad, pues no hay delitos. Pero el hecho de que no haya fuerza pública en ese segmento del Ecuador inquieta a las autoridades, que ahora tienen sus ojos sobre esta zona. El motivo es que allí estuvieron Cléver Jiménez, Fernando Villavicencio y Carlos Figueroa, condenados por injurias contra el presidente Rafael Correa. Lo que preocupa a las autoridades es la presencia de supuestos “paramilitares” y “grupos armados” en Sarayaku. El ministro del Interior, José Serrano, en días anteriores, dijo que se tienen fotografías y evidencias que prueban la existencia de estos grupos desde hace un año, aunque la dirigencia indígena señala que las armas son para cazar. El 16 de mayo se confirmó que “se instalará” en los próximos días una Unidad de Policía Comunitaria (UPC), con lo que la presencia de los uniformados será perma
La mañana de hoy, 14 de mayo del 2014, el procurador Diego García y la Ministra de Justicia, Ledy Zúñiga, mantuvieron una reunión en la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte-IDH).
Apurados y expectantes, tres moradores del pueblo originario kichwa de Sarayaku, en Pastaza, cargaban el plasma de 42 pulgadas, el miércoles pasado. La idea de contar con señal abierta de televisión los motivaba. Otros se encargaban de la conexión de la antena.
El Gobierno espera que la posesión de la nueva directiva de Sarayaku sea una salida para el conflicto que tiene en esa población.
Wio es una pequeña hormiga que vive en la Amazonía. Pese a su tamaño, su mordida produce picazón, fiebre y, si esta es en el ojo, ceguera. "Chica pero fuerte, así es una wio; por eso usamos ese nombre para nuestro grupo de seguridad", cuenta Gerardo Gualinga, jefe de la tropa.
La decisión del pueblo indígena de Sarayaku, de proteger a Cléver Jiménez, Fernando Villavicencio y Carlos Figueroa, genera inquietud en el Gobierno, que no encuentra la manera adecuada de actuar en la comunidad indígena.
En el pueblo originario de Sarayaku la normalidad es evidente. Pese a que ayer, alrededor de las 10:00, dos helicópteros de la Policía, sobrevolaron y aterrizaron en la pista del poblado de Pastaza. De acuerdo con José Gualinga, presidente de la directiva del poblado amazónico, ellos mantienen la posición de custodiar la integridad de Cléver Jiménez, Fernando Villavicencio y Carlos Figueroa, quienes fueron sentenciados a cárcel por un juicio de injurias que les siguió el presidente Rafael Correa, a propósito de unas declaraciones que hicieron sobre la revuelta policial del 30 de septiembre del 2010. Actualmente el paradero de los tres presuntos prófugos de la justicia es incierto. En Sarayaku solo saben que para estar más seguros, cambian de sitio aleatoriamente y se alojan en algún lugar de la selva, lejos de los centros poblados. Gualinga explicó que como pueblo originario tienen una propuesta que ya fue expuesta al ministro del Interior, José Serrano. Se trata, dice el dirigente, de
Hoy, lunes 28 de abril del 2014, los gobernantes de Sayaracu, una comunidad asentada en el corazón de la selva amazónica, en el Puyo, denunciaron que un avión artillado sobrevoló la Plaza Central de la comuna, causando pánico entre los habitantes.
Fernando Villavicencio, Cléver Jiménez y Carlos Figueroa permanecen en la comunidad indígena de Sarayaku en Pastaza.