Mis colegas y lectores comprenderán que hay momentos en que estamos en blanco, no sabemos por donde tirar. Escuchas sobre el dramático accidente de un bus con futbolistas, otro con gente común y corriente, muchos muertos. Lees y miras la insólita matanza de decenas de jóvenes que luchan en Nicaragua por…no sabemos bien. Chamorro en una extraña entrevista desde la BBC de Londres en el programa “Hardtalk” ni siquiera puede expresar qué le hace ser un líder de oposición, a donde lleva a la misma. Se descubre un nuevo caso de violaciones y abuso sexual en un joven cuencano Valdivieso; conmoción en la ciudad. Una de la víctimas del cura Cordero se suicidó años ha, no pudo resistir la presión. Miles de personas marchan en Buenos Aires y otras ciudades argentinas solicitando un “si” al aborto; no lo logran, las provincias conservadoras del norte se han opuesto rotundamente. Y yo lo siento…
Me temo que día a día nos llenamos de desesperanza, que como decían nuestros mayores y ahora lo digo yo misma, el mundo se complica y no sabemos dónde mismo iremos a parar en medio de unos cambios que se avizoran a futuro inmediato poco alentadores. Por otra parte, sorprende los grandes descubrimientos que realiza la humanidad, las investigaciones sobre los rastros de vida en Marte o el asegurar que podremos vivir hasta 30 años más que la media actual. Pero estos últimos parecen diluirse en medio de una verdadera guerra de imágenes y textos que descubren la podredumbre; las redes sociales casi casi sirven para difundirla alegremente, una chismografía barata que hunde a cientos de miles de personas que se ven afectadas por este “bullying” masivo.
Ni siquiera los segmentos de descanso en los noticieros como “En corto”, nos protegen del nocivo drama en el que nos envuelven los medios. Los “cortos” solo sirven para alegrarnos con farándula barata. ¿No será hora de empezar a valorar e interesarse por aquello en el que si damos pasos certeros, por los cultivos limpios o la gastronomía local creativa, por los emprendimientos llenos de curiosidad que responden a problemáticas sentidas, por nuevas formas de educación en donde teoría y praxis van de la mano? La mayoría de canales de televisión pasan programas alienantes, de poca o ninguna reflexión, que no hacen más que seguir reproduciendo seres adormecidos y alienados por este sistema capitalista en donde unos pocos piensan y logran satisfacer en grande sus propias apetencias y otros, la casi total mayoría vive, subsiste.
Los medios son cómplices en reproducir “lo que se vende”. Y deberían empezar a “negociar” una nueva forma de periodismo ligado a éticas formas de conocimiento y comportamiento. Una revolución aliada desde la escuela y los medios de difusión.