Un grupo de indígenas shuar de laregión de la Amazonía sur –Gualaquiza- representa una pelea cuerpo a cuerpo. El fotógrafo cuencano Manuel Jesús Serrano capta la imagen en 1915. Otro desconocido fotógrafo registra el primer entierro cristiano en Méndez, “la muerte del jíbabo Nanguitiey” en 1929. Una selección cuidadosa de estas y muchas otras fotografías sobre la historia misional católica y educativa de los salesianos entre 1890 y 1930, seleccionadas, catalogadas e investigadas por el Instituto Nacional de Patrimonio Cultural, recibe el primer reconocimiento para Ecuador como patrimonio documental Unesco (2015). De allí surge el libro que se lanzara el mes pasado “En la mirada del otro. Acervo documental del Vicariato Apostólico Salesiano en la amazonía ecuatoriana, 1890-1930”, un aporte bibliográfico que no solo enriquece el camino abierto por Taller Visual en la década del 90 para conocer uno de los renglones menos explorados y fascinantes de la historia visual tardía de la Amazonía ecuatoriana, sino que nos permite ampliar el conocimiento antropológico y etnográfico de los grupos shuar y shuar achuar durante los primeros años de sometimiento “civilizatorio”, que los mismos salesianos han sabido escudriñar desde su actual posición. Véase el sinnúmero de publicaciones y estudios de Abya Yala.
Sin embargo, lo anterior es parte de un esfuerzo mayor que realiza el INPC desde el 2014 para crear el Archivo Nacional de la Fotografía (desde 1840 hasta fines del siglo XX) que ha avanzado significativamente en el inventario, catalogación, digitalización y conservación de 20.000 imágenes de colecciones adquiridas o en préstamo para ser digitalizadas y que permiten un acceso amplio a las mismas. Las colecciones más destacadas: Miguel Díaz Cueva, Benjamín Rivadeneira y Manuel Jesús Serrano; otros fondos digitalizados, por ejemplo el del Archivo de Leibniz Institut für Länderkunde, Leipzig. Esto debe animar a coleccionistas o tenedores actuales de fondos fotográficos a entregar sus acervos para ingresarlos en esta base de datos, una vez que la institución valore su pertinencia como objeto de difusión patrimonial. Es hora de que los ecuatorianos enriquezcamos las colecciones públicas porque supone mayores y mejores posibilidades de ampliación y difusión de la historia ecuatoriana. Para ello se requiere nuevas leyes nacionales que amparen y coadyuven a que esto se materialice, lo digo en términos de liberación de impuestos y otros mecanismo de sobra probados en otros medios.
El INPC se convierte en un lugar de acopio y conservación física y difusión del patrimonio? No es esta la labor de un museo? Creo que este es urgente definir esta situación antes de que las autoridades actuales terminen su gestión. La Ley de Cultura debe esclarecer el papel de las instituciones públicas.
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