Janet Yellen, Secretaria del Tesoro y expresidenta del FED, el banco central de EE. UU., reconoció que se equivocó en pensar que la inflación en EE.UU. era pasajera. La inflación es un calentamiento de la economÃa, exceso de demanda. La economÃa se calentó por el exceso de gasto público, incluido subsidio en dinero a los consumidores. El calentamiento se combate primordialmente elevando la tasa de interés, para enfriar la compras a crédito y el FED no la subió a tiempo. Lo está haciendo ahora, con lo que en EE. UU. es un alza fuerte, 0,50 de punto porcentual a 0,75. Las autoridades advierten que probablemente subirÃan el interés en 0,50 mensual hasta que la inflación ceda.
El Presidente Biden pide que no se suba tanto el interés para que no afecte el crecimiento. Pero la inflación está en 8,3%, el nivel más alto en 40 años y controlarla requiere acción enérgica. En 1981-82 el FED domeñó la inflación elevando la tasa de interés por sobre la inflación, induciendo una fuerte recesión. Hoy EE.UU, o convive con una alta inflación, o toma medidas de control que desaceleran la economÃa. No hay varita mágica.
China se enreda en su polÃtica de cero Covid. Ómicron es más trasmisible que cepas anteriores; las vacunas chinas requieren mÃnimo tres dosis, y la mayorÃa de los chinos solo tienen dos. Para frenar el contagio China impone cuarentenas draconianas. Shanghái recién sale de dos meses de encerramiento total. Con ello, el consumo cae, el crecimiento económico se reduce al mÃnimo, probablemente haya contracción, el peor resultado en 40 años. Esto se suma al giro estatizante que le imprime el presidente Xi a la economÃa, lo cual afecta negativamente a la pujante industria tecnológica. El presidente Xi teme que los grandes empresarios se han vuelto poderosos e independientes. Al someter a la industria al poder polÃtico, Xi sacrifica innovación y crecimiento.
La suma de los problemas simultáneos de EE. UU. y China más las sanciones a Rusia pueden causar una recesión global.