Optimismo

La palabra optimismo viene del latín optimus que significa “lo mejor”. Optimistas son quienes se han declarado a sí mismos capaces de ser mejores.

El pesimismo viene del latín pesimus que significa “lo peor”, que a su vez se deriva del griego pedom, que significa “suelo”, “la persona que está en el suelo”, es decir aquellos que piensan que todo va a ir de mal en peor. La gente se ha estancado en el pesimismo. Hemos confundido la realidad con el pesimismo, ser realista no es ser pesimista, no todo es adversidad, hay cosas malas y buenas a nuestro alrededor. Algunos medios de comunicación dan más cobertura a las noticias de crónica roja, a las catástrofes o las guerras que son producto de la naturaleza humana y en ocasiones a las declaraciones de algún político iluminado que atemoriza con una sanción descabellada, no podemos dejarnos sorprender por el pesimismo de algunos seudointelectuales que “técnicamente” lo denominan realismo o “noticias de interés nacional”. Es una ironía que los auténticos herejes de hoy sean precisamente quienes se consideren optimistas, redentores o todólogos. Si en un lugar público usted transmite optimismo y confianza pensarán que está loco.