Los apuros en comercio exterior

Algo más de nueve años han pasado desde que el actual Gobierno inició la negociación de un acuerdo comercial con la Unión Europea. En este tiempo la responsabilidad inicial estuvo en el ministerio de Relaciones Exteriores, cuyas autoridades dieron los primeros pasos, aunque no fueron los suficientemente ágiles, ni preparados para iniciar las negociaciones con el bloque europeo.

Luego se creó un Ministerio de Comercio Exterior, acción que trajo esperanza a los exportadores, pero que en la práctica no ha cumplido las expectativas de los sectores productivos. De hecho, por esa cartera de Estado han desfilado desde el 2013 tres ministros, es decir uno por año. Estos hechos son una muestra de que la política comercial del país aún no madura.

Al tiempo que el Ecuador intentaba delinear acciones efectivas en materia de comercio exterior los países vecinos tomaron ventaja y cerraron acuerdos comerciales con la Unión Europea y se incorporaron a otros acuerdos de carácter global. Hoy Colombia y Perú están bien posicionados en el intercambio comercial mundial.

Mientras eso ocurría Ecuador quedaba rezagado en los mercados internacionales y fue común en este tiempo esperar las renovaciones de mecanismos como el Atpdea o el SGP Plus, para que las exportaciones continuaran llegando a destinos como EE.UU. o Europa, en condiciones favorables.

En esta coyuntura, las autoridades hoy aceleran el paso y tienen como prioridad cerrar este año el acuerdo con el bloque europeo. En el Ministerio de Comercio Exterior se habla, otra vez, de una hoja ruta trazada. Incluso en esta semana se anunció que el Vicepresidente de la República viajará a Bruselas, en septiembre próximo, para impulsar el ‘tramo final’ de las negociaciones.

Son acciones apuradas, talvez desesperadas, que dejan ver que el proceso se cumplió sin el rigor y la seriedad necesarias. Otra vez se dejaron las tareas para el último, al mejor estilo ecuatoriano.