El petróleo ecuatoriano se cotizaba en USD 61,5 cuando Guillermo Lasso se posesionó, y la semana pasada se habrÃa vendido a unos USD 113, casi al doble. Las exportaciones de petróleo netas de las importaciones de combustibles deberÃan superar en unos USD 3 300 millones a las del año pasado, si se cumplen los supuestos de precio y producción de petróleo.
A pesar de ese aumento importante de ingreso de divisas, El Banco Mundial anunció una previsión del crecimiento del paÃs en 2022 que es inferior a la anterior. Y el Citibank un crecimiento mÃnimo de 1,5%. ¿Cómo es posible?
Porque estas instituciones consideran que la plata irá a reducir el endeudamiento. Hay un déficit fiscal previsto en USD 2 300 millones y préstamos que se vencen por USD 4 500 millones. Por lo que los nuevos ingresos fiscales irÃan a pagar gastos ya presupuestados, y el Ecuador demandarÃa menos crédito externo. Desde esa óptica, mejoran las finanzas públicas y las expectativas futuras pero no el presente. De ahà el estimado de bajo crecimiento.
Pero hay otras previsiones, entre ellas del Banco de América y Barclays, que el crecimiento será mayor a lo anticipado, de 4% o más, porque consideran que el gobierno va a invertir parte de los nuevos ingresos.
De todo lo anterior se desprende que hay una gran incertidumbre frente al comportamiento de la economÃa en el segundo semestre, y mucho depende de polÃticas públicas. Por ejemplo, municipios y consejos provinciales reclaman atrasos en el pago de su participación en los ingresos. Pero hoy tienen USD1.750 millones en sus cuentas en el Central, están por recibir más por el alza del petróleo y no parecen tener capacidad de gestión, de invertir ese dinero en obras y servicios.
El mejor segundo semestre depende de la mejor gestión de las administraciones públicas ahora que tienen mayores rentas, y de que se aceleren las concesiones y otros mecanismos para que los privados emprendan inversiones que sustituyan a las que el sector público no puede hacer.