Las elecciones se acercan, serán el 5 de febrero del 2023. Como no es de otra manera, las encuestas han despegado y se intercambian entre los ciudadanos. Poco a poco, estos indicadores van tomando una importancia significativa. La guerra de la encuestas se acerca inefablemente.
El peso de la votación puede variar según la forma en la que sean presentados esos estudios. Más aún que solo quedan 15 días para los comicios.
Las estrategias políticas tradicionales juegan con la percepción de la intención del voto. Las encuestas pueden influir en el sector de los ciudadanos que están indecisos y que, sin ninguna duda, darán lugar a que tomen una posición en los días finales del proselitismo.
Este es un momento clave en el que los ciudadanos deben tener en cuenta dos factores clave para creerle o no a una encuesta. Según los especialistas de las campañas electorales en Ecuador se puede hacerlo al revisar la metodología utilizada, ya que podría inducir a un error. El segundo indicio es si el muestreo no indica el porcentaje de los indecisos, con lo que se fuerza a creer que el resultado final está dicho.
Para un ciudadano común es muy complejo determinar si una metodología planteada por una encuesta sea la adecuada. Así que el segundo punto, tener en cuenta si el sondeo muestra la cantidad de indecisos hace que sea creíble de cierta manera los resultados presentados en medio de una guerra de encuestas.
En los últimos tres procesos electorales, es decir, desde el 2019, este medio de comunicación no ha presentado encuestas. Esta es una medida para preservar el tono democrático de las elecciones y que no haya posibilidad de que esta organización informativa pueda ser utilizada para intereses proselitistas.
Así como hay empresas encuestadoras que han logrado acertar con los resultados finales, y que cumplen rigurosos sistemas metodológicos, el uso de la información que generan queda al libre albedrío de los consultores políticos. Ellos son especialistas y conocen las estratagemas para jugar con los tiempos de los comicios, por lo que pueden influir en los indecisos e, incluso, en quienes han pensado en votar en candidatos que no muestran opción. Los asesores electorales tienen claro cómo virar la balanza en las votaciones con inusitada efectividad.
En la recta final de las elecciones se avecina la guerra de las encuestas, en donde no se disparan salvas sino municiones reales que hieren a la democracia.
Editoriales anteriores: