Una dura realidad no ha sido abordada lo suficiente y muestra que estos tiempos difíciles pasan factura. Las enfermedades mentales tienen una alta incidencia en la actualidad, una de ellas, la depresión, se abre paso silenciosamente.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) tiene datos que indican que el 5% de la población adulta a escala mundial sufre de depresión. Esta entidad ha llegado a calificar a este trastorno como común, debido a su elevada incidencia. Una de las consecuencias más graves es que se trata de una de las principales causas de discapacidad.
La pandemia del covid-19 hizo que el impacto de la depresión se incrementara de forma dramática. Esto se corrobora con el Informe Mundial de Salud Mental, elaborado por la OMS. Allí se revela que la incidencia de la depresión y de la ansiedad, otro padecimiento mental, se aumentara más del 25% durante el primer año de la emergencia sanitaria, si se compara con el año previo.
Los estudios más aceptados muestran dos formas en las que la depresión suele aparecer: una exógena y otra endógena. La primera está condicionada por factores externos, entre ellos la muerte de un familiar, una separación amorosa, el trabajo y otras más. La depresión endógena tiene que ver con alteraciones químicas del cerebro y tiene que ver con un tema genético-hereditario.
Ante esta realidad, es hora de que los ciudadanos empiecen a tomar el problema con menos temor. Es un tabú que las personas busquen ayuda para este tipo de problemas, pues se tiene a creer que el solo hecho de acudir a un psicólogo demuestra una incapacidad para gestionar emociones y, por lo tanto, algún rasgo de debilidad de la personalidad.
Si el Estado diera pasos más firmes para que las personas dejen a un lado el miedo de diagnosticarse con profesionales de la salud, solo entonces, se avanzaría para normalizar los chequeos y las pruebas para detectar los síntomas de la depresión en etapas primigenias. Al Ecuador no le haría mal una campaña para concienciar sobre los beneficios de consultar con un especialista en salud mental.
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