Las víctimas por los siniestros de tránsito aumentan en Quito. La semana pasada (7 de octubre de 2024), dos jóvenes fallecieron en un trágico accidente que ocurrió en la Autopista General Rumiñahui. Hay uno en estado crítico y dos más están heridos.
La pérdida de vidas humanas es una importante razón para desarrollar una campaña o plan de largo plazo para la prevención de los siniestros de tránsito en la capital.
La educación vial es un proceso clave que necesita la sociedad, para reducir los siniestros de tránsito en Quito y en el país.
Las dos víctimas de la autopista hacen parte de una grave situación social de la capital y de Quito.
La estadística de Quito Data Vial muestra que en los primeros nueve meses de 2024 murieron 191 personas. Hay más muertos que en 2023, cuando hubo 181 víctimas. El incremento es del 5,5%.
Solo en septiembre de 2024, Quito perdió 28 habitantes, número mayor a los 20 de 2023. Por cantidad de siniestros de tránsito también se registra un incremento entre enero y septiembre: 2 705 en 2024, frente a 2 597 en 2023.
Estas cifras debieran provocar empatía, solidaridad y tristeza de las autoridades, pero -a la vez- iniciativas para reducir este problema social.
Los controles al exceso de velocidad de los vehículos son una buena apuesta para prevenir y tienen respaldo de la Ley de Tránsito. Es necesario que esta actividad continúe, independientemente de los factores externos, como los cortes de luz.
Esa campaña del Municipio puede ser reforzada con otras acciones, que están al alcance del ayuntamiento. Por ejemplo, mejorar la infraestructura vial para mejorar el acceso de los peatones, quienes mueren atropellados.
Hacer educación vial, mejorar la señalética y otorgar licencias de conducción de la manera más técnica.
El control al estado de los vehículos y la calidad de las calzadas son contraparte de la prevención de los siniestros, recomiendan los expertos en educación vial.
Esto significa que las autoridades, no solo municipales, tienen múltiples opciones para enfocarse en la reducción de las víctimas, sean fatales o lesionadas, por los siniestros de tránsito.