El desgaste de Correa
La decisión de la Corte Constitucional de sacramentar, en tiempo récord y sin una demanda de por medio, el paquete de enmiendas que aprobó la Asamblea Nacional refleja la preocupación del Gobierno por no acusar un mayor desgaste político cuando el verdadero miedo (el suyo y el del resto de ecuatorianos) es la economía.Con el parecer de los jueces constitucionales se crea jurisprudencia y en adelante, cualquier reclamo de sectores políticos o ciudadanos tendrá el consabido dictamen.
No deja de llamar la atención que el tópico fuerte de la próxima campaña, es decir la crisis económica, se delegue a otros soldados de la revolución. Muchos dirán que el oficialismo debe cuidar su mayor tesoro (la palabra del Presidente) para poder sobrevivir en el tiempo. Sin embargo, también es pertinente sostener que Alianza País de quien realmente debe cuidarse es del Jefe de Estado.
Quienes tienen a la mano diversas encuestas y las han estudiado podrán avalar esta hipótesis, puesto que la caída en la popularidad, credibilidad y gestión del Presidente es real, sostenida y podría continuar en los meses preelectorales del 2016.
Por supuesto que el factor económico pesa, pero también el desgaste político que significó la aprobación de la enmienda de la reelección indefinida, sin haber llamado a consulta popular. Es por eso que el Presidente de la República introdujo una transitoria que le impide ser candidato para la convocatoria que se hará en octubre próximo.
Seguramente, esa transitoria, lanzada hace un mes, aplacará el debate caliente del último año (la eternización del Mandatario en el poder) y que en el fragor electoral, la opinión pública no reflexione sobre una posibilidad nada descabellada: Ecuador gobernado a futuro por un correísmo sin Correa...
Pero el reto de Alianza País será sortear los embates de un año económicamente difícil. Si el sucesor sale de las filas del equipo gubernamental, la situación del oficialismo no será cómoda, así la campaña haya empezado con un saludo navideño puerta a puerta.
