Los canes experimentan ansiedad por separación y estrés. Foto: Pixabay.
¿Te has preguntado qué hace tu perro cuando sales de tu hogar? Probablemente notes que se pone triste mientras ve que te alejas a través de la ventana. Y entonces te preguntarás si pasa así todo el día o si se entretiene en otras cosas.
El medio digital Mail Online entrevistó a dos expertos en comportamiento canino sobre el tema. Alice Potter, es una ‘científica de mascotas’ que trabaja para la Royal Society for the Prevention of Cruelty to Animals. Ella comentó que la reacción se presenta inmediatamente. “Normalmente comienza en los primeros 30 minutos desde la partida del dueño”, asegura.
Con respecto a la conducta característica de este tipo de situaciones, la especialista considera que son típicas de lo que se conoce ansiedad por separación. “Pueden tener conductas destructivas que se dirigen frecuentemente hacia la puerta a través de la cual sale el dueño”, indicó. También pueden vocalizar (aullar, llorar o ladrar) y orinar y defecar. Otros síntomas menos frecuentes son salivación excesiva, autolesiones, comportamientos repetitivos y vómitos.
La doctora Emily Blackwell, especialista en relaciones humano-animales de la Universidad de Bristol, piensa que los canes reaccionan de esta forma porque no han aprendido a responder a las señales que les indican que sus dueños van a salir. “Se dan cuenta si ven que metemos cosas en una maleta, tomar las llaves, ponerse un abrigo y los zapatos”, dice.
Estas ‘pistas’ les llevarán a predecir que sus humanos van a salir, lo que les causa una sensación de estrés. Incluso antes de su partida, los perros pueden presentar agitación, llanto, aullido o raspado de puertas y pisos.
Luego de esos primeros minutos, todo depende de la personalidad de cada mascota. Los que sufren de ansiedad por separación severa, pasarán varias horas bajo estrés mientras esperan a que sus dueños regresen. En ocasiones, aullarán durante tanto tiempo que solo toman descansos para escuchar si su dueño ha regresado.
El comportamiento ideal, según el doctor Stephane Meder, del Instituto de Investigación y Etología Aplicada en Semioquímica, en Montreal (Canadá), es que los animales estén tranquilos. “Ellos no tienen problemas de comportamiento, no lloran. Cuando los dueños regresan a casa, les encuentran dormidos, o jugando”, cuenta.
Esto no quiere decir que las mascotas no los quieren. Al contrario, sus humanos han logrado darles estabilidad y equilibrio. Lo mejor es evitar las despedidas, comenta. “10 minutos antes de salir, hay que tratar de no hacer contacto visual, ni decir adiós, ni dar abrazos; esto fomenta el estrés por la separación”, recomienda.