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Criba, un edificio que cede su espacio al vecindario

En los espacios interiores se observan materiales puros, sin acabados. La luminosidad es una característica principal de los departamentos.

En los espacios interiores se observan materiales puros, sin acabados. La luminosidad es una característica principal de los departamentos.

Un pequeño jardín colectivo es abierto a la calle como un espacio verde entre los muros. Fotos: Cortesía Jag Estudio

Una frase resume la idea del proyecto: el ver y ser visto. El proyectar luz, seguridad y ceder algo propio al barrio son conceptos que se plasmaron en el edificio Criba, una obra de Rama Estudio.

El inmueble está ubicado en Ambato, en San Antonio, un barrio residencial y céntrico que se caracterizaba por sus fiestas, historia y arquitectura, recuerda Carolina Rodas, arquitecta principal de Rama.

Indica que la tendencia actual es que las casas se cierren a la calle, con la idea de tener más seguridad y privacidad. Pero antes no era así, los muros eran bajos o vegetales, y generaban calles acogedoras.

Regresar a ese concepto fue uno de los puntos de partida. Es así como el edificio se propone como un vacío y una pausa en la calle amurallada. Eso se logra con un cerramiento transparente y permeable.

La madera es parte de la fachada permeable.

Rodas indica que Criba, de 400 metros cuadrados de construcción, presenta una tendencia de departamentos más flexibles que se acoplan a las necesidades, ya sean de familias o de personas solteras.

La construcción fue por  Cadd y Construcciones. La arquitecta explica que se planteó trabajar con materiales puros que no requieran acabados para lograr una arquitectura limpia. Además de optimizar y aplicar conceptos sustentables, con la reutilización de materiales y así lograr un proyecto comercial viable.

En cuanto a la parte externa, el edificio se alza detrás de una pantalla permeable y adaptable, que tamiza la luz y brinda seguridad sin perder la conexión directa con la calle. Con ello, cada departamento expone sus áreas sociales y de acceso detrás de esa pantalla, que respeta la privacidad manteniendo la transparencia.

La luz interior y exterior se proyecta a través del edificio.

El cerramiento a nivel de calle se corta y se abre brindando al vecindario un área verde.
Mientras que la transparencia y la permeabilidad de la fachada dan una percepción de amplitud y claridad en el medio de las calles del vecindario.

En cuanto a los espacios internos, se proponen departamentos amplios y luminosos, de 120 m². La idea es que los habitantes utilicen el espacio conforme lo deseen.
Para lograrlo, Rodas señala que el equipo que diseñó el proyecto, conformado por los arquitectos Carla Chávez y Felipe Donoso, analizó cuáles son los puntos de reunión de las familias, para hacerlos más amplios y funcionales. La respuesta fue la cocina y, con base en ello, se organizaron los otros espacios alrededor.

En los espacios interiores se observan materiales puros, sin acabados. La luminosidad es una característica principal de los departamentos.

El plus de los departamentos -que cuentan con uno o dos dormitorios- es un espacio multiuso. Se adapta conforme a los requerimientos y se logra con pivotantes de madera que permiten cerrar o abrir los diferentes espacios.