El poder de la resignación
Tiene que ver con la capacidad de una persona de conformarse con lo que la vida le ha deparado, se trate de que se encuentre en una situación envidiable, sea que no haya logrado conseguir lo que habría deseado o qué por circunstancias imprevistas se le hubieran cambiado sus expectativas, pero en todo caso lo importante sería el saber reconocer y conformarse con lo que tiene, adoptando siempre una posición muy realista de ver las cosas en su más clara manifestación, pues no resulta saludable que sigan a lo mejor lamentándose de no haber alcanzado lo que quizás deseaban o lo que es peor quizás sintiendo envidia por lo que otras personas han logrado, según su equivocada apreciación, de creer que aquellas se encuentren en una más aceptable situación personal, no solo en cuanto a su prestigio profesional, sino tal vez gozando de un mejor bienestar económico.
Se ve en el trajinar de la vida casos muy patéticos de quienes han podido superar la adversidad y aunque se encuentren con problemas muy serios, como dificultades para movilizarse, quizás tener que usar sillas de ruedas, bastones o a lo mejor no poder salir de una cama o lo que sería peor sufrir de enfermedades incurables o catastróficas, saben aceptar su situación y se sienten satisfechos al despertarse cada día y saber que se encuentran con vida y conscientes de su realidad y que pueden enfrentar su situación de alguna manera, aunque sea con limitaciones, pero siempre pensando en que aquello quizás pudo ser peor.
El poder de la resignación radicaría entonces en saber aceptar lo que las circunstancias y la vida nos han deparado y demostrar siempre un inagotable deseo de superarse y seguir adelante, sin mirar atrás, siempre con una proyección hacia el futuro, con enormes expectativas de conseguir nuevos y mejores logros.
Es difícil imaginarnos lo que pueden estar pensando o sintiendo esas personas que a lo mejor sufren esos problemas de incapacidad física o de dificultades en recuperar una salud plena, pero a lo mejor son más felices que muchas otras personas que teniéndolo todo, no logran valorizar y caen en profundas depresiones y destruyen a lo mejor su salud con drogas, quizás alcohol, siendo que habrían podido sacar mejor provecho de lo que la vida les ha deparado.
Hernán Patricio Orcés Salvador