La vivienda, cómo aprender de las ciudades europeas
Muchos de los problemas que enfrentamos en nuestro desarrollo como país, y más concretamente dentro de las ciudades, ya se encuentran en gran medida resueltos en otros países, con sus anomalías particulares de cada región. Otros, como es el caso de la vivienda y el alquiler de estas, mantienen una situación inamovible, sin embargo, podemos aprender en que fallaron otras regiones, para visualizar nuevos caminos y explorar todas las alternativas, eliminando de la ecuación aquellas decisiones político/administrativas que llevaron a ciudades como Madrid o Barcelona a una encrucijada en lo relacionado con la vivienda y los alquileres.
El problema de la vivienda y los alquileres en Madrid es complejo y multifacético, afectando a una amplia gama de residentes de la ciudad. La ciudad ofrece departamentos (pisos, como se le llaman allí) pequeños y sin espacio para una vida de calidad. En Madrid, la oferta de viviendas pequeñas y mal acondicionadas es un problema significativo. Muchas personas se ven obligadas a vivir en espacios reducidos que no ofrecen las condiciones necesarias para una vida digna. Los “pisos colmena” o “microapartamentos” son un ejemplo de esto: viviendas extremadamente pequeñas, a veces de menos de 20 metros cuadrados, donde las áreas esenciales como la cocina, el baño y el dormitorio están comprimidas al máximo. Estas condiciones afectan negativamente la calidad de vida de los residentes, limitando su privacidad, comodidad y salud mental.
En nuestro país, la Ley de Inquilinato, fue expedida en el 2000, y su última reforma data del año 2016. Por lo que cabe preguntarse, dado el crecimiento de ciudades como Quito, Guayaquil, Cuenca, Manta, la presencia de aplicaciones como Airbnb, y demás factores ¿es necesario que nuestra Asamblea se plantee fijar puntos claros y que protejan a las familias?, sin descuidar claro otorgar beneficios a estos proyectos de inversión, que son buenos, siempre que no generemos problemas que no estamos preparados para afrontar. Es necesario que se implementen regulaciones adecuadas para evitar los problemas enfrentados por Madrid, Barcelona, París y muchas otras ciudades europeas. La falta de intervención y políticas efectivas puede llevar a una crisis de vivienda similar, marcada por la especulación, altos costos de alquiler y condiciones de vida poco saludables. Por lo tanto, una planificación cuidadosa y regulaciones estrictas son esenciales para asegurar que esta decisión de ser una “ciudad compacta” no se convierta en un problema mayor.
Marcelo Leiva