La era verde

Verdes nos estamos quedando por lo que está sucediendo.

El dogal verde de impuestos con los que el SRI sigue ahorcando al ciudadano, no sé si porque cumple ordenes o por congraciarse con el jefe.

Verdes al ver que el honor puede ser lavado con papel verde y no como lo hacían los auténticos caballeros, con sangre y en buena lid. Verdes al ver que no significa nada la obtención del mejor puntaje en concurso de merecimientos o elección de dignidades, el gran jefe y su equipo verde, siempre encontrarán algún subterfugio para imponer su voluntad, burlando la inteligencia ciudadana.

Verde me quedé cuando por mi izquierda pasó una gran caravana de vehículos con guardaespaldas armados hasta los dientes y por mi derecha dos delincuentes rompían el vidrio de mi vehículo y se robaban mis pertenencias con agilidad felina  solo  comparada con la de jueces y más adeptos y sumisos al jefe de la bandera verde.

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