La unión sí hace la fuerza
La atomización absurda de candidatos, sea por vanidad o intereses personales, hizo que sucumbieran en la ciudad de Quito.
Como es posible que se elija autoridades tan importantes como alcalde o prefecto, con tan solo un cuarto de la totalidad de la votación, es decir 75 personas no votaron por ese candidato y solo 25 votaron por él y gana. No es que se volvieron locas las matemáticas. La reforma para que cualquier movimiento presente un candidato, licuó los votos, y si aumentamos la falta de concertación, desunión y ambición de los candidatos da el resultado actual.
Es imprescindible reformar esas normas. Aprendan señores “políticos”, la ambición no lleva a ningún lado, de qué vale el segundo o tercer lugar. Cada día me decepciono más de cómo se lleva la política con sus intereses creados, relegando al último el interés y bienestar del pueblo. Solo en mi país la mayoría es minoría, demencial.