Día tras día las cabezas hablantes nos presentan sus versiones sobre cómo reformar las leyes laborales para mejorar el empleo.
Excluyendo la cantidad de otras reformas que se necesitan para aumentar el empleo, la solución es simple: eliminar todas y absolutamente todas las leyes laborales. Sí, dejar que el empleador y el empleado decidan por sí solos las circunstancias en cómo trabajar.
Ahora, si se hace esto, hay que ver una forma de proteger a aquellos que estarían en la parte inferior de la pirámide laboral, es decir aquellos que ganarían menos que el sueldo mínimo.
A estas personas el estado les ayuda pagando la mitad de lo que les faltaría para alcanzar el salario mínimo que de ahora en adelante pasa a ser referencial y no obligatorio. el estado podría publicar contratos estándar que sirvan de ayuda para los participantes de la transacción, mas no serían obligatorios. ¿El financiamiento? No duden que esto es una de las soluciones menos costosas.