Desde hace 30 años, el Municipio ha estado desesperado por hacerse cargo de una ‘papa caliente’: el Registro de la Propiedad, pensando solo en los grandes réditos que genera.
De lo que menos se preocupó el Municipio es enterarse de la problemática legal de este organismo y prepararse técnica y sobre todo electrónicamente, de ahí su total fracaso.
Al no contar con un sistema informático, el tramitar miles de solicitudes, como hace 50 años, es físicamente imposible y constituye una utopía el pretender trabajar en esos términos. Los usuarios tenemos paralizados todo tipo de contratación con terceros, llegando a incumplir las promesas, con la penalidad correspondiente.
Para el mínimo trámite hay que hacer cola de mañana o tarde para que en la ventanilla le digan regrese después de 15 días. Espero que no suceda lo mismo con el Registro Mercantil, que antes daba un excelente servicio a sus usuarios.
‘Zapatero a tus zapatos’. Cada cual debe dedicarse a lo suyo, a lo que entiende.