Quinto Poder Innecesario

El Consejo de Participación Ciudadana fue otra “moda” de la revolución ciudadana, que al igual que varios de sus proyectos, fracasó. Su gestión nominó a ciudadanos aparentemente probos como las principales autoridades de control.

Lamentablemente el Consejo de Participación y las autoridades que designó se convirtieron en un apéndice del poder ejecutivo de aquella época, respondían a instrucciones y compromisos políticos, evidenciando que no existía independencia de poderes. Por otra parte esta entidad pretendió revestirse de legitimidad para ser la representante de la ciudadanía, sin embargo sus designaciones promovieron lo contrario, traicionando así la esencia de su creación. Con la llegada del actual Consejo de Participación se pudo depurar las entidades de control y remover a las autoridades que no demostraron probidad e independencia política.

Se ha demostrado que el Consejo de Participación no es pertinente para la institucionalidad del Ecuador, no es funcional, no es legítimo y a través de concursos de fuertemente cuestionados se engañó a la ciudadanía, disfrazando de autoridades probas e imparciales, a personas incompetentes, parcializadas y que descaradamente a través de su gestión, respondían al interés político partidista del movimiento gubernamental de aquella época, pues sin ninguna discreción se afiliaban al mismo, inmediatamente concluían su designación.

Debido a las nefastas consecuencias del accionar del Consejo de Participación, esta seudo institución debe ser eliminada de la gestión política del Ecuador; la ciudadanía a través de su voto tiene la oportunidad de desechar el Consejo de Participación reduciendo así gastos innecesarios, y evitando que millones de dólares desaparezcan gracias autoridades corruptas pero “legítimas”.

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