El 'milagro ecuatoriano'
Me parece que William Black, catedrático de economía de la Universidad de Missouri, se apresuró en definir al proceso de revolución ciudadana instaurado en el Ecuador, como “milagro”. Sobre todo, Black resaltó la forma poco ortodoxa de Rafael Correa para generar empleo: utilizando inversión pública y aumentando el rol de pagos de la burocracia. En lugar de haber atraído capitales frescos y productivos, que generen empleo de calidad.
Personalmente, no me sorprende lo que está pasando con el ‘milagro ecuatoriano’. Ocurre siempre con el modelo socialdemócrata keynesiano (o capitalismo de Estado): aumento del gasto público, ‘boom’ artificial de consumo, ilusión monetaria en la población y una efímera sensación de bienestar. El propio Keynes señaló: “En el largo plazo, todos estaremos muertos”.
En Ecuador, más que “milagros”, necesitamos un modelo económico sostenible, de largo aliento, que atraiga (y no espante) inversión productiva nacional y extranjera.
El modelo existe. Se llama liberalismo (favor no confundirlo con los anarquistas o con los conservadores) y si no queremos ser tan radicales, utilicemos entonces el modelo de Economía Social de Mercado empleado por Alemania (1948), por Chile (1989), o por China (1978). El mundo hoy en día ya no se divide en izquierda o derecha. Se divide en países que progresan, se estancan o retroceden. Encuentre este y otros temas económicos de interés, en mi nuevo libro: ‘Visa al Desarrollo’.