Voy a dedicarle estas líneas para contarle una cosa: su presentación la noche del jueves 25 de junio, en la avenida De los Shyris, ante un grupo de gente que usted no convocó, me recordó la entrada “triunfal” de Abdalá Bucaram, varios años atrás, con algunas diferencias. Bucaram llegó en helicóptero ante una masa que clamaba emocionada su presencia; en cambio, el emocionado aquí era usted.
Sudoroso y tembloroso, pronunció palabras que León Febres, también emocionado, años atrás las dijo desde el balcón de la Alcaldía de Guayaquil para defender a un banquero que tanto daño hizo a los ecuatorianos.
Tenga la certeza, Sr. Alcalde, que quienes estuvieron en la Shyris no celebraron su presencia por ser usted, sino porque exigían un “líder”. Ahora déjeme decirle que para quienes vimos desde afuera, es una lástima que en vez de que haya “reventado el canguil”, de acuerdo al titular de Últimas Noticias, se haya “quemado el canguil”.