Los ecuatorianos en las próximas elecciones vamos a poder escoger entre dos opciones totalmente opuestas para el país.
Una que representa la oscuridad donde la corrupción, el cinismo, la impunidad, el odio, la mentira, la inseguridad, el resentimiento, la sapada y el atropello a las libertades imperarán.
La otra opción es la Luz para que la transparencia, el desarrollo, la unidad, la solidaridad, la paz, el trabajo, la seguridad, el respeto a las libertades y en democracia, podamos caminar por el sendero correcto.
La elección es de cada uno, pero si ganara la oscuridad, estoy seguro de que hasta Dios nos va a dar la espalda y sería el fin de las bendiciones para el Ecuador como ya lo fue para Venezuela.