El traslado de una gran comitiva oficial a la ciudad de Panamá, incluyendo a funcionarios de alto rango como el Ministro del Interior y el Fiscal de la Nación, con el intento de repatriar al presunto delincuente exasambleísta Lara, merece una especial atención. ¿Será que la justicia, largamente anhelada por los ecuatorianos, por fin se hará realidad? Podemos deducir de esta acción que la delincuencia será perseguida hasta los confines del planeta. Podemos esperar desde hoy que también acá en el país, con mucha mayor razón, los corruptos, hampones, narcotraficantes, asaltantes, violadores, y demás causantes de la inseguridad en que vivimos sumidos los ciudadanos en revolución, serán perseguidos con gran ahínco por todos los aparatos de seguridad que posee el Estado, y que por fin, luego de tal muestra de decisión y eficacia de estos miembros que tienen, entre otros, la tarea de protegernos, el Sumak Kawsay será inaugurado y tendremos 300 años de paz y bienestar para los esperanzados habitantes de nuestro hermoso país.
¿Ah!, solo una inquietud y sugerencia. Estando a un paso de Miami, y con el fin de optimizar recursos, pudieron tramitar las deportaciones de ilustres prófugos, entre ellos Isaías, Delgados, Duzacs y tantos otros.