Toda medida que se encamina al servicio popular, toda acción que se perfila para la recuperación la Patria, que se nos arrebató, inicialmente con la colonia y luego en la república, con el paréntesis de la Alfarada (en Ecuador) y raras excepciones, genera reacción airada y desesperada de quienes lo hicieron, porque tenemos que entender, que aquellos que en el ayer mancillaron nuestros países, son los ascendientes de los que hoy se sienten lastimados con las actitudes de justa recuperación de lo nuestro, porque las naciones no son de los arrebatadores, sino del pueblo. La justicia los lastima, inclusive los envilece, porque ellos engreídos son los mismos que históricamente nos han explotado e inclusive devastado, pues no olvidar lo que dejó escrito el arrepentido sacerdote esclavista Bartolomé de La Casas, que en la conquista y la colonia, a los “indios más débiles, se los eliminaba, para luego despostarlos como ganado y venderlos en el mercado como cuartos de bellaco, para alimento de los perros de caza”.
Primero, en la historia moderna -solo tratándose de nuestra América- fue con Eloy Alfaro en Ecuador, al que lo asesinaron vil y cobardemente; luego con Cuba, pues el hecho de que se instauró un gobierno revolucionario en la isla, recuperando sus derechos, la bloquearon, la desprestigiaron e intentaron por varias ocasiones asesinar a su líder; caso inmediato en Bolivia, donde se avasalló a campesinos y mataron al Ernesto Guevara; pocos años después lo hicieron el Chile donde, no solamente que bombardearon el Palacio de Gobierno, sino que acribillaron a Salvador Allende; últimamente, ante la valiente determinación revolucionaria del pueblo venezolano, arremeten contra el país de Bolívar, y “muere misteriosamente su conductor” Raúl Chávez Frías, creando el caos, y como en todos estos casos brevemente analizados, acusan de “tráfico de drogas y enriquecimiento ilícito a sus valientes adalides”. Ahora se está orquestando la misma música macabra en el Ecuador. Se acusa al Gobierno de desatinos, se habla de corrupción, se comenta de dictadura, se dice –con la misma maldad de siempre- que el Presidente está millonario, inclusive con aviones privados, tal como se dijo de Chávez, se dice de Fidel, de Maduro y aliados.
El caso es mucho más grave aun cuando les “tocan el bolsillo”, ellos son capaces de todo delito, me atrevo a decir, que a muchos de ellos, les duele más devolver lo que se han llevado, a que le maten a la madre o a sus hijos. Tenemos que estar alertas y firmes para defendernos. La verdad aunque duela.