Heroica juventud
Hace 24 años, una magnífica tropa y nobles oficiales el mando de coronel Eduardo Vergara, se enfrentaron a varios batallones élite de las fuerzas especiales peruanas en la madre de las batallas de Tiwintza, desarticulando con grandes sacrificios, a sangre y fuego el asalto final peruano. Mantuvieron incólume ese bastión, el mayor objetivo político y militar de Fujimori.
Para bien, nuestras fuerzas armadas son de extracción popular y solo los elegidos de los dioses tienen el terrible privilegio de entrar en combate por una causa justa.
En las lides deportivas existen árbitros, en los combates cuerpo a cuerpo no los hay.
Heroica juventud noble y patriota, guerreros reconocidos por el pueblo, pero no todos por los injustos gobiernos de turno o por intereses personales de sus líderes, a pesar de haberse cubierto de gloria y salvado el honor nacional.