No todos tenemos tiempo para salir a las calles a protestar, no todos tenemos la sensibilidad de hacer nuestra una causa ajena, y es muy fácil y cómodo ver los toros de lejos, solo criticando, hablando mal y repitiendo en cualquier reunión familiar o de negocios cómo este hermoso paraíso que Dios nos regaló va por mal camino.
Pero es hora de actuar y de hacer algo para que esto cambie, y todos, sin distinción, lo podemos hacer. Dios en su palabra (Biblia) nos dice que la oración del Justo puede mucho. Y sin tomar en cuenta de la religión que somos (católicos, evangélicos, cristianos), debemos coincidir que Dios es uno solo.
Invito a todos los ciudadanos a conformar una fuerza unida de oración, todos los días, a las 12:55, por 5 minutos cerrar nuestros ojos y orar por nuestras autoridades: Presidente, Vicepresidente, Alcalde, ministros, asambleístas, etc., para que Dios derrame sabiduría sobre ellos.
Para Dios no hay nada imposible, necesita que le creamos y que estemos dispuestos a hacer algo. ¡Hagámoslo!