Vivimos tiempos muy difíciles en muchos ámbitos, debemos fortalecernos manteniendo nuestro juicio, permaneciendo unidos sin destruirnos unos a otros, evitando conflictos, ayudándonos, respetándonos, construyendo juntos, la pelea no es contra nosotros mismos, hagamos frente a la ignorancia, a la pobreza, a la enfermedad, a la intolerancia.
Gobernantes, dejen esa actitud de superioridad y cumplan con las serias responsabilidades encomendadas, tendrán que responder por sus actuaciones. Demuestren consideración por el pueblo , motiven a sus gobernados sin distinciones, sin parcialidad, aprendan a escuchar, razonen con los ciudadanos, no nos atemoricen, dediquen atención, compartan -con plata y persona-, sirvan con entusiasmo, con sacrificio, no por el dinero que con derecho son remunerados. El efecto será positivo. Mantengan el equilibrio sin rodearse de lujos; mientras haya un ecuatoriano sin pan, sin casa, sin hogar, siendo ejemplos visibles, dignos y trabajadores, entendiendo que no son dueños de los seres humanos, desechando actitudes prepotentes, sin egoísmo, sin ansias de poder, autoanalizándose. El ver a este servicio como un medio para hacer dinero es muy real y puede costar resistirse a los encantos del poder. A los que dudan, convenzan. A otros, ayuden. No tiranicen, sean modelos.