Había una vez un ilustre que como no había recibido nada no sabía lo que era tener, estudió y así un día se le ocurrió cómo llegar a tener aquello que económicamente hablando pertenecía a otros. Solo aquel que sabe lo que cuesta hacer sabe, respeta lo ajeno más que lo propio.
Un Estado, un Gobierno estatiza como último recurso. Estudia maneras para ayudar a sus ciudadanos a conservar, a mejorar pero no a liquidar. ¡Los caminos de Cuba o Venezuela no son para Ecuador!