De la Embajada de México

Me refiero al editorial del 23 del mes en curso ‘El llanto de México’. Al respecto, considero necesario aclarar los siguientes puntos para proyectar una visión y un análisis equilibrados de lo que es México en lo que se refiere a su institucionalidad y lo que acontece hoy en día en mi país:

1) No negamos que tenemos problemas en México, pero de ahí a afirmar que “toda la institucionalidad está cuestionada”, hay una gran distancia. Ciertamente, en zonas muy focalizadas, como Iguala, el crimen organizado ha penetrado a algunas autoridades municipales. Frente a ello, el Gobierno Federal está depurando dichas autoridades y sus policías, e invirtiendo cuantiosos recursos para combatir la pobreza y crear mejores oportunidades de empleo.

2) México ha realizado un esfuerzo histórico enorme para ser un país de instituciones que lo distinguen como tal en el contexto latinoamericano. Gracias a ellas ha alcanzado logros importantes:

a) Algunos de ellos son el establecimiento del Instituto Nacional Electoral, la creación y consolidación del Instituto Federal de Acceso a la Información, la reciente creación de la Gendarmería Nacional y el fortalecimiento y autonomía del Poder Judicial Federal.

b) De igual manera, la fortaleza de nuestra Carta Magna adoptada el 5 de febrero de 1917, da cuenta de la visión de nuestros constitucionalistas para dirigir sus esfuerzos a conformar múltiples instituciones. La Suprema Corte de Justicia de la Nación, la consolidación del derecho de amparo y el Tribunal Electoral del Poder Judicial Federal, son claros ejemplos. También se han consolidado libertades fundamentales como el derecho a manifestarse y expresarse libremente, como ocurre actualmente.

c) De la misma forma, el respeto irrestricto a los derechos fundamentales y a la garantías individuales consagrados en nuestra Carta Magna, están explícitamente reflejados en la conformación de la Comisión Nacional de Derechos Humanos. Este andamiaje interno ha sido puesto en concordancia con la legislación y acuerdos internacionales en derechos humanos, haciendo de México uno de los países más abiertos al escrutinio internacional en este campo. Testimonio de ello es el reciente acuerdo de asistencia técnica entre el Estado mexicano, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y representantes de los beneficiarios de las medidas cautelares solicitadas por CIDH en el caso de los 43 estudiantes no localizados.

d) Se afirma en el editorial que hay indiferencia oficial sobre los sucesos. Hago notar que el Gobierno Federal está danto la más alta prioridad al caso de Iguala y a otros casos. Ya fueron detenidas más de 70 personas a quienes se está investigando; la Procuraduría General atrajo y conduce la investigación y se busca aplicar de manera estricta la ley para que no haya el menor resquicio de impunidad. El presidente Enrique Peña Nieto está muy atento y ha dado instrucciones para ir hasta las últimas consecuencias y aplicar todo el peso de la ley a los responsables intelectuales y materiales de los lamentables sucesos del 26 -27 de septiembre.

3) Hay que distinguir claramente entre las manifestaciones pacíficas, totalmente comprensibles, de organizaciones de la sociedad civil que exigen justicia, y los grupos que las aprovechan para generar violencia en algunos casos persiguiendo intereses particulares y ajenos al sentir de la inmensa mayoría de los mexicanos.  Jaime del Arenal, Embajador de México en el Ecuador

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