La labor del Hospital de Solca, es sin duda muy loable, más aún en los últimos tiempos en que su presupuesto ha decrecido y la demanda por sus servicios se ha multiplicado. A pesar de eso, la amabilidad y profesionalismo del personal administrativo y médico no declinan. Pero dentro de la gran red de personas que aportan con su esfuerzo al Hospital Solón Espinosa, hay algunos grupos de gente de variada condición: jóvenes y maduras; “peluconas” y “no-peluconas”, sobre todo, mujeres, que ofrecen “una coladita con pan” a familiares de pacientes justo a la hora que más lo necesitan, o también como no solo de pan vive el hombre, se ofrece una oración por la esperanza de una pronta mejoría. En ese pan y la oración, se juntan creencias y condiciones sociales diversas pero haciendo eso… juntando, tendiendo puentes, haciendo de la solidaridad una vivencia que hace falta a los ecuatorianos.