Hablando de la seguridad, podemos decir que la tenemos a medias. Si bien en las estadísticas han bajado ciertos delitos, hay otros en los que las pintas corren a borbotones. Hay que ver que la gente tampoco coopera, en mi última visita bancaria pude observar cómo se irrespeta, el no uso de celulares en las sucursales bancarias, la gente no colabora y se da modos para hablar en la fila, al entrar, al salir, mandar y recibir mensajes, chatear de la manera más desenfadada; y los pobres guardias persiguiendo a cada usuario celular, rogándole que no puede usar su dispositivo, desviando su atención y esfuerzo que debe estar encaminada a prevenir y estar alerta de hechos delictivos.
Pues ¡no!, el 50% de su tiempo pasan en esta labor sin sentido. Por eso, es que a los clientes, les roban, saliendo de las sucursales, por falta de un control efectivo; o todos usan, o todos no usan, celulares en bancos. No que era disposición oficial bloquear la señal celular en las sucursales bancarias.
Pero tan mal enseñados somos, que desde los gerentes de las agencias, entran y salen de las oficinas usando el bendito aparato, y muchas veces no por situaciones de trabajo. Acá cada quien hace lo que quiere y no hay Dios ni ley.