Un editorial frontal por la situación del Seguro Social

Sumamente orientador el Editorial de EL COMERCIO de noviembre 4 -2020 (Un IESS que sea de los afiliados y para ellos). Pues, con frontalidad le dice al Gobierno (fuera el manejo político del IESS); “el dinero no es del gobierno de turno” el Consejo Directivo no debe estar en manos del régimen. Ahora mismo, el Gobierno, ha puesto como condición para hacer un abono de la deuda que parte se pague con los devaluados bonos del Estado, lo que ha sido aceptado por el dócil directivo Jorge Wated.

La corrupción dentro del Instituto de Seguridad Social no es de reciente data. Por ejemplo, tomamos las denuncias de corrupción aparecidas en la revista Mañana número 240 de mayo 1968- ya desaparecida- que narra con lujo de detalles los actos corruptos cometidos por los entonces directivos de la época que, sin reparos, y sin considerar que estos actos perjudicaban a los afiliados, se enriquecieron. Así como se rematan 5 lotes de terreno situados en la plaza Foch, siendo el único postor el gerente general, haciendo un avalúo de 300 sucres por m2 siendo su justo valor el de $870. Se da el caso de Cohecho y un funcionario recibe la suma de 12 mil sucres por preferir el Seguro del Hotel Quito frente otras posturas más convenientes. Negociados con contratistas del Hospital del Seguro en Quito, a los que se les hace la entrega de 2500 sucres a pretexto de indemnización(no comprobado). Millonaria reparación del edificio del Instituto frente a la Plaza de El Ejido. El asunto es que se robaban en sucres, ahora se lo hace en dólares, por lo que las diferencias son astronómicas. Sería largo enumerar los hechos delictivos que se han venido cometiendo por varios funcionarios que se han aprovechado de sus cargos.

Hoy vemos con mucha impotencia como el organismo asegurador, agoniza en medio de los sombríos actos de corrupción. Sería un acierto del presidente Moreno disponer que el Consejo Directivo pase a manos de sus verdaderos dueños como única forma de sanearlo.