Las mieles del poder seducen hasta a la más devota

Qué pasa con nuestros gobernantes?, ya sea que llegaron por la voluntad popular o por la ventana o por esas casualidades de la vida al principio o al final con honrosísimas excepciones se dejan seducir por las mieles del poder.

Ya sea para cumplir sueños de infancia como tomarse fotos con personalidades internacionales, viajar en helicóptero para ir de vacaciones a la playa, viajar alrededor del mundo con las ventajas que tiene la gente muy importante (VIP) por supuesto con todos los gastos pagados, ser condecorados con medallas de oro obtenidas sin el sudor de su frente, recibir doctorados honoris causa en toda clase de universidades, cambiar el auto, la casa, el estilo de vida y algunas veces hasta a los amigos, pertenecer a nuevos clubes sociales o ser recibidos con familia incluida en el Vaticano en medio de una crisis sanitaria y económica sin precedentes. En estos últimos días circularon decenas de fotos de la visita de la Vicepresidenta y su familia al Vaticano. Por lo que no se entendía bien si era una visita oficial o una visita privada. ¿Para que llevó a su marido y sus hijos? ¿Acaso ellos eran la comitiva oficial? La respuesta es simple. No. Este episodio que ha inundado las redes sociales no es el primero y lamentablemente no será el último que pone de manifiesto los abusos de los servidores públicos al llegar a cargos importantes.

¿Pero cómo se puede frenar estos abusos del poder de turno? Difícil de contestar, sin embargo, uno de los mecanismos más poderosos que existe es el control social que a través de la participación en redes sociales por ejemplo denuncian este tipo de abusos y movilizan a la sociedad, sobre todo a los jóvenes que se muestran indignados ante esta y otras arbitrariedades. Espero que esta indignación continúe hasta parar todos los abusos y comprender que lo público es de todos por lo que debemos cuidarlo y respetarlo y así lograr que las honrosísimas excepciones se conviertan en la regla de los servidores públicos. 

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