Sorpresas electorales
Culminaron las elecciones con sorprendentes resultados que, como en el caso de la capital, nos dejaron atónitos; pues nadie imaginó que ésta fuera la decisión de los quiteños. Y, tal como ocurrió en Quito, las sorpresas en las demás provincias y cantones ecuatorianos, no se hicieron esperar.
Por ahora solo nos queda la esperanza de que los virtuales ganadores aprovechen estas simpatías y traten, en lo posible, de no defraudar a sus electores.
El pueblo no necesita obras faraónicas ni elefantes blancos muchas veces subutilizados que requieren la inversión de ingentes sumas de dinero; lo que el pueblo espera es que los resultados de su gestión sean tangibles, urgentes y prioritarios, como por ejemplo: recubrimiento de baches, recolección oportuna y sistemática de basura, velar por la seguridad a través de mecanismos idóneos, adecuada ubicación de vendedores ambulantes, construcción de parqueaderos, cuidado de parques, canchas y lugares de recreación, facilidades para los pequeños emprendedores, nomenclatura y señalización de calles y avenidas, transparencia en los contratos, etc.
Si los flamantes alcaldes cumplen con estas expectativas, deben sentirse seguros que el pueblo apoyará su gestión y se los agradecerá.